Rip Kirby, el detective sabio
El personaje de Alex Raymond revolucionó el cómic
La aparición de la tira de prensa Rip
Kirby el 4 de marzo de 1946 supuso un cambio importante en la filosofía de los cómics de prensa estadounidenses. Su apuesta por un tratamiento más verosímil y realista de los argumentos, el grafismo radicalmente moderno de Alex Raymond y el entorno histórico en el que nació la convirtieron en un referente de la modernidad. Estados Unidos acababan de salir de la Segunda Guerra Mundial, y aunque no vivieron la guerra en su interior, el país pasó por algunos años de compleja transición económica: las huelgas, los conflictos raciales y una inflación creciente se añadieron a la presencia de doce millones de excombatientes que buscaban un lugar en un país que les era extraño, mucho de ellos abocados al paro. Una situación muy bien retratada en la película de William Wyler Los mejores años de
nuestra vida (1946). Hasta entonces, tiras diarias y páginas dominicales conjugaban géneros como el humorístico, el satírico, el policiaco, la ciencia ficción o el aventurero (en sus más diversas tendencias), pero siempre, en el caso de las tiras de dibujo realista, con un cierto toque naif tendente a una cierta falta de verosimilitud. Parecía llegado el momento de abordar la realidad socioeconómica desde una perspectiva más realista, aunque fuera mediante una serie detectivesca.
En 1945, el autor de Rip Kirby, Alex Raymond, había dejado atrás series tan populares como Flash Gordon o
Agente Secreto X-9; de hecho, acababa de volver a casa tras su experiencia en la Segunda Guerra Mundial como marine y dibujante de guerra. En realidad, Raymond quería volver a Flash
Gordon, pero la serie estaba realizada por Austin Briggs, que tenía un contrato con su productora, el King Feautres Syndicate (KFS), hasta el año 1948. Raymond era, pues, otro de los millones de exsoldados marginados durante esa primera posguerra.
Raymond amenazó con fichar por otro syndicate, y el KFS reaccionó ofreciéndole una nueva tira diaria. Además de cederle los derechos de autor (algo poco habitual por entonces), Raymond disfrutaría de un 64% de las ventas generadas por la tira (lo normal era un 50%). El ideólogo de esa nueva tira, que debía pertenecer al género detectivesco con un personaje llamado inicialmente Rip O’Rourke, fue Ward Greene (18921956), editor de KFS. Periodista y escritor, Greene contaba en su haber con relatos o novelas tan populares como Happy Dan, The whistling dog
(relato adaptado al cine por Walt Disney como La dama y el vagabundo )o
Death in the deep South (llevada al ci-
Argumentos realistas y un grafismo moderno convirtieron la tira en un referente de la época de posguerra
ne en 1937 por Mervin LeRoy con el título de Ellos no olvidarán).
Greene y Raymond elaboraron la personalidad de quien finalmente se llamó Rip Kirby. Sería un exmarine, un héroe de guerra, con unas grandes condiciones físicas para el deporte evidenciadas en su juventud, un hombre tranquilo y sofisticado, que juega al golf y al ajedrez, toca el piano, está fascinado por los coches deportivos (como Raymond) y destaca por su condición de criminólogo aficionado. Rip Kirby es un gentleman y un intelectual, tocado con gafas y fumador de pipa, al que el destino lleva a su puerta en la primera tira de la serie a una mujer asesinada. A partir de aquí, Greene como guionista y Raymond como dibujante desarrollan un personaje más cercano al raciocinio del Auguste Dupin de Edgar A. Poe que a los detectives duros de Dashiell Hammett o Raymond Chandler o a los protagonistas de la por entonces creciente lista de películas de serie negra.
Tira de éxito
Aunque se planteó la posibilidad de expandir la serie en el formato de página dominical, finalmente Raymond decidió concentrarla en tiras diarias de lunes a sábado. De hecho, desde sus inicios Rip Kirby fue una serie muy promocionada por el KFS, y ya en 1948 la tira se publicaba en la más que respetable cantidad de 300 periódicos. Pero Greene y Raymond no apostaron por una tira de detectives más. Desde el principio quedaba claro que su ambición iba más allá; en el entorno social y económico que vivía por entonces Estados Unidos, parecía lógico anclar sus argumentos más en situaciones reales, de la calle, que en quiméricas aventuras. Rip Kirby se movía con soltura tanto en ambientes burgueses y sofisticados como en los bajos fondos de las calles de Nueva York. Sus tiras reflejaron, de entrada, cuestiones sociales de actualidad, como la adicción a las drogas, el crimen organizado, la delincuencia juvenil o el mercado negro de bebés, atendiendo también a los avances tecnológicos del momento. Greene y Raymond supieron, además, conferir a la serie una larga sucesión de personajes secundarios muy bien definidos, especialmente la novia eterna de Kirby, Honey Dorian, su mayordomo, Desmond, o villanos tan especiales como Pagan Lee o Mangler.
Raymond, que por entonces ha-