Horarios gatunos
El gato también se despierta, pero no de la misma manera que los humanos, aclara Stéphane Garnier. Las personas tendemos a ir con prisa desde primera hora de la mañana, el gato sabe que hay que tomarse un momento para desperezarse: “El gato empieza a estirarse cuando aún está tumbado, después se levanta, arquea la espalda y se vuelve a estirar”. Un ejercicio denominado pandiculación.
Después de darse un festín para desayunar llega el momento de acicalarse. La ducha de los humanos suele ser exprés para no perder tiempo, sin embargo el gato dedica un buen rato a limpiarse cada pelo de su cuerpo: “La ducha forma parte de esos momentos del día en los que podemos cuidarnos (…) es una rato excelente para dejar ir los pensamientos y para dejar que el cerebro se despierte”.
Mientras que el gato puede pasarse toda la tarde durmiendo, los humanos la dedicamos a trabajar o a realizar tareas. No obstante, nunca está de más echar una cabezadita después de comer: “¿Por qué no pruebas a dormir una siesta de 15 minutos? Haciendo esto recuperarás la energía como si hubieses dormido unas cuantas horas”.
Es el momento perfecto para relajarse después de un largo día y disfrutar de la compañía del gato, que también necesita nuestra atención: “El gato está para recordarnos que hay un tiempo para todo: (…) también para él!”.