Enigma entre las Mitford
Policiaco El inicio de una serie de novelas de misterio que se sumerge en los interiores de una familia inglesa, célebres aristócratas de entreguerras
En el año 1919, una joven soltera y pobre como Louisa no podrá hacer mucho en esta vida. Estudiar, alcanzar una profesión o un cargo; algo impensable. En cuanto a la opción de un hombre acomodado, quién querría quedarse con una chica de tan mísera dote, lavandera de sus vecinos y, además, perseguida por un pariente que, para pagar sus deudas, la secuestra y la mete en un tren para explotarla sexualmente.
El mismo tren en donde aparece muerta, atacada con saña, una enfermera de nombre Florence Nightingale Shore (que no es la mítica y pionera Florence Nightingale, que murió en 1910, a los noventa años). De modo que Louisa y el crimen de aquella mujer quedan, como se verá, sutilmente relacionados.
Así conocemos a esta nueva investigadora que encuentra salvación, dolores de cabeza y alegrías cuando entra atrabajaren la imponentemansión de los portentosos Mitford, en su residencia de campo en Oxfordshire. Niñera, amiga, sirvienta, compinche y confidente de Nancy –la hermana mayor, que está por cumplir dieciocho años –, Louisa tiene madera de detective( yNancy una gran curiosidad ). Habrá alguien más, un aliado en la policía ferroviaria, el joven Guy.
Quién y por qué se ensañó con esta venerable señora (que existió en realidad y también fue agredida en un tren) es el motor y nervio de estos dos personajes investigadores, unidos y desunidos por los viajes de la familia de Nancy. Aquí se ve muy bien como los Mitford y su séquito se preparaban con enorme parafernalia para emprender cruceros, o se desplazaban a su gran residencia en Londres, incluso alquilando por un año la mítica mansión junto al pueblo de Swinbrook.
Una de las hermanitas de Nancy es Jessica Mitford. En la realidad, Jessica, nacida en 1917 y, por lo tanto, una niña de dos años en el tiempo de esta novela, describirá así Swinbrook House: “Una gran estructura rectangular y gris de tres plantas (…). Podría tratarse de unos barracones militares, un internado para niñas, un manicomio privado o, en América, un club de campo” .
La vida dentro de esta casa –dirigida por una madre distante pero en algunos aspectos muy concienzuda, con estrictas reglas que la joven Louise padecerá, y un padre arbitrario, colérico (y también manipulable, como se ve en este libro )– de para un universo lleno de vericuetos y habitaciones cerradas. En este primer libro de una futura serie, se está entrando por la puerta de servicio y con buen paso.
Jessica Fellowes (Londres, 1974) tiene experiencia en esta clase de inmersiones en familias de aristócratas británicos. Suyas son las novelas que complementan la serie Downton
Abbey. Recomiendo fervorosamente un libro fundamental para esa serie: En el piso de abajo de Margaret Powell (Alba), las memorias de una cocinera que sirvió toda su vida en una de esas casas y en donde documenta con admirable profesionalidad su difícil trabajo.
No es poco lo que esta intriga policial consigue captar del esplendor de clase alta y la penuria de las clases bajas: ese pintor londinense y sin escrúpulos, esas puestas de largo en temporada alta, los carnet de baile y las damas carabina. Tal vez no sea todo ni aparezcan todos los detalles. Pero es que la historia real de los Mitford superan toda ficción.
Aunque en esta, abundan excelentes detalles, como la tajante respuesta de la agria baronesa a la pregunta del novato investigador: “Era una mujer inglesa, no solía hablar de lo que le pasaba por la cabeza ”.| ROCA EDITORIAL. TRADUCCIÓN: ROSA SANZ. 398 PÁGINAS. 19,90 EUROS