La Vanguardia - Culturas

Las performanc­es del Dalí provocador

AVANCE EDITORIAL Josep Playà indaga en su libro ‘Dalí esencial’ en las razones de la actualidad del pintor. Entre las aportacion­es más novedosas, la reivindica­ción de las performanc­es, entonces vistas como un show publicitar­io, hoy valoradas por su innova

- JOSEP PLAYÀ MASET

La biografía de Dalí es casi tan conocida por sus obras pictóricas como por sus actos públicos. Los especialis­tas distinguen entre una performanc­e, un happening o una acción artística, aun cuando los límites no parecen siempre tan diáfanos, pero cuando Dalí empezó con sus actuacione­s en los años treinta y cuarenta sólo se entendiero­n como una hábil forma de autopromoc­ión. Aparecer con una escafandra para dar un discurso y estar a punto de ahogarse o enfadarse porque le han modificado la decoración de un escaparate y romperlo a bastonazos eran actos interpreta­dos como una forma de llamar la atención. Sólo a partir de los años sesenta, algunos de sus shows empiezan a llamarse happenings y a

contemplar­se con otros ojos, aunque para la mayor parte de la prensa y de la crítica seguían siendo payasadas publicitar­ias.

La exposición Dalí celebrada en el Pompidou de París en el 2013 fue la primera que le dedicó un apartado titulado Efemérides, acciones y performanc­es, en el que se hacía un recuento de hasta 88 actividade­s dalinianas (entre 1935 y 1976). El comisario Jean Hubert Martin lo atribuyó a intervenci­ones del Dalí artor (neologismo entre artista y actor, tomado de Jean-Clarence Lambert). Según Hubert Martin, “el tiempo juega a favor de Dalí” y “la desconfian­za expresada en su tiempo por muchos intelectua­les incómodos por su coqueteo con el mundo publicitar­io y la cultura de masas se torna en admiración”. Y añadía: “A menudo se interpreta­n las aparicione­s públicas y las obras efímeras de Dalí como meras provocacio­nes. Aunque es cierto que lo parecían formalment­e, siempre se basaban en un propósito y en ideas que no por ser sorprenden­tes dejaban de ser sólidas”.

(...) Una vez le preguntaro­n a Dalí por sus happenings y respondió : “Yo he sido el primero en organizar happenings en París, antes de la guerra. Contraté a una vieja mujer y le afeité la cabeza. Luego le puse un traje de matador y una tortilla a las finas hierbas sobre su cabeza. La tortilla resbalaba por su cabeza y yo ponía otra y otra. Al final había treinta tortillas a los pies de la vieja. Hacer un happening es crear una situación que no puede reproducir­se dos veces”.

Hasta una treintena de happenings y performanc­es tuvieron por escenario Catalunya (...) [y los que siguen son algunos de los que tuvieron más repercusió­n mediática].

Un caballo blanco en el Ritz

La decoración del castillo de Púbol fue cosa de Gala, con la ayuda puntual de Dalí, que le hizo varios obsequios, como un caballo blanco disecado. Se lo encargó a su amigo el pintor Joan Abelló, y este contactó con el empresario taurino Pedro Balañá para que le facilitase el equino. El caballo se sacrificó en un matadero de Terrassa con una descarga eléctrica para no alterar sus facciones y fue embalsamad­o por el taxidermis­ta Joaquim Jover. Concluida la operación, Dalí lo hizo trasladar al hotel Ritz de Barcelona el 15 de julio de 1971. El caballo llegó en un camión y Dalí mandó subirlo hasta una suite del quinto piso. Como no entraba en el ascensor hubo que subirlo por la escalera entre la natural expectació­n de clientes y prensa. La agencia Cifra envió una foto con esta apostilla: “Se desconocen los comentario­s de los transporti­stas que hicieron la entrega”. Lo curioso es que años después algunos testigos aseguraban que se trataba de un caballo vivo, tal era la fuerza de las imágenes retenidas. El mismo publicista Carlos Martorell escribió en su blog de memorias: “Vi con asombro pasar un caballo blanco, al que hicieron subir a regañadien­tes, por la escalinata alfombrada para llevarlo a la Suite Real (…) el caballo asustado dejó un apestoso y voluminoso regalo delante de la puerta de la suite”. La fiesta se prolongó al día siguiente cuando Dalí se presentó ante la prensa luciendo una casaca verde y una armilla bordada en seda y oro y se subió a la grupa del caballo, al que le había colocado, sobre su crin y colgadas del cuello, unas pequeñas capillas de la virgen de la Macarena. El caballo lo bautizó con el nombre de Rocibaquin­ante, asociando a Babieca y Rocinante, los célebres animales del Cid Campeador y el Quijote.

El erizo, pintor abstracto

Durante un debate organizado en Barcelona por La Hora XXV. Revista Literaria de los Médicos, Dalí se refirió a las habilidade­s de los erizos de mar durante su intervenci­ón titulada El arte y la biología.

Según el pintor, los erizos (garotes)

son capaces de rivalizar con los pintores no figurativo­s y debido a su automatism­o biológico son capaces de realizar verdaderas obras de arte abstracto. Para confirmarl­o invitó a una delegación del Colegio de Médicos de Barcelona a una demostraci­ón práctica en Portlligat. El experiment­o se hizo el 24 de noviembre de 1957 en el patio de su casa. Sobre una mesa, adornada con candelabro­s de velas, había 22 erizos, una redoma de alquimista y en su interior tres dados. Al lado un caballete miniatura con un papel ahumado. “Nada se puede hacer sin una liturgia”, aclaró Dalí. Cogió una de sus apreciadas garotes ,la sumergió en el agua, y le colocó una ramita vegetal muy fina, de las conocidas como flor de dents de lleó,

que en su extremo se abre en varias ramificaci­ones. Roció el erizo con limón, de tal modo que al recibir el chorro ácido se agitó, hizo mover la ramita como si fuese un pincel y esta arañó a la superficie ahumada.

Dalí realizó sólo en Catalunya una treintena de happenings, aunque no siempre tuvieron una acogida favorable

 ?? ARCHIVO ??
ARCHIVO
 ?? PÉREZ DE ROZAS / ARCHIVO ??
PÉREZ DE ROZAS / ARCHIVO
 ?? EP / ARCHIVO ??
EP / ARCHIVO
 ?? PÉREZ DE ROZAS / ARCHIVO ??
PÉREZ DE ROZAS / ARCHIVO
 ?? PÉREZ DE ROZAS / ARCHIVO ??
PÉREZ DE ROZAS / ARCHIVO
 ??  ?? Josep Playà Maset Dalí esencial. El gran provocador del siglo XX LIBROS DE VANGUARDIA 310 PÁGS., 21 EUROS
Josep Playà Maset Dalí esencial. El gran provocador del siglo XX LIBROS DE VANGUARDIA 310 PÁGS., 21 EUROS

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain