La Vanguardia - Culturas

Los 29 artículos que Machado publicó en el diario

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Tanto en las biografías de Machado como en sus Prosas completas (1989) existe cierta confusión sobre el número de artículos que publicó en La Vanguardia. Su firma apareció en 29 ocasiones distribuid­as entre 20 artículos de la serie Desde el mirador de la guerra, 4 artículos dispersos, 4 textos que transcribe­n alocucione­s de radio y 1 que reproduce un discurso. Son los que siguen con algunos de sus párrafos más relevantes:

El poeta y el pueblo (discurso pronunciad­o en València en la clausura del Congreso Internacio­nal de Escritores). “Cuando alguien me preguntó, hace ya muchos años, ¿piensa usted que el poeta debe escribir para el pueblo, o permanecer encerrado en su torre de marfil –era el tópico al uso de aquellos días– consagrado a una actividad aristocrát­ica en esferas de la cultura solo accesible a una minoría selecta?, yo contesté con estas palabras, que a muchos parecieron un tanto ingenuas: ‘Escribir para el pueblo –decía un maestro– ¡qué más quisiera yo! Deseoso de escribir para el pueblo, aprendí de él cuanto pude, mucho menos –claro está– de lo que él sabe”.

16/07/1937:

Notas inactuales, a la manera de Juan de Mairena (primer artículo por encargo). “No hay suficiente­s razones para aceptar la fatalidad de lo pasado. Reconocemo­s, sin embargo, que los determinis­tas nunca han de concederno­s que lo pasado debió ser de otro modo, ni siquiera que pudo ser de muchos. Porque ellos no admiten libertad para lo futuro, y con doble razón han de negárselo a lo pretérito”

27/03/1938:

Apuntes del día.

“Los Gobiernos inglés y francés han preferido ayudar a nuestros enemigos, que son también los suyos, con la llamada no intervenci­ón, y desear nuestro pronto exterminio”

06/04/1938:

Mairena póstumo.

“El abuso de la retórica consiste en predicar superfluam­ente al convencido”

13/04/1938:

Desde el mirador de la guerra (primer artículo de la serie con este título). “En los países más prósperos (…) hay millones de obreros sin trabajo, que se mueren literalmen­te de hambre, o arrastran una existencia tan mísera como las pensiones que les asignan sus gobiernos. En el seno de una paz ubérrima, de una paz que se dice consagrada a sostener y aumentar el bienestar del pueblo (…) hay muchos hombres que carecen de paz”.

03/05/1938: 14/05/1938: 22/05/1938: 02/06/1938: 12/06/1938:

Desde el mirador de la guerra

(a partir de aquí la serie aparece sin numeración. Este artículo sale fragmentad­o y con fecha errónea

25/06/1938:

Desde el mirador de la guerra.

Desde el mirador de la guerra.

Desde el mirador de la guerra.

Desde el mirador de la guerra. en Prosas Completas, Espasa Calpe, 1989). “Inglaterra es todavía, y acaso ha sido siempre, puritana. Aunque Shakespear­e es su mayor poeta, y el más grande acaso de todos los pueblos, su poeta específico es John Milton, que a sí mismo parece retratarse por boca de Jesús: ‘born to promote all truth, all righteous things’. El puritanism­o es un aspecto culto a la virtud, hondamente religioso, de estirpe cristiana”

Desde el mirador de la guerra. Saavedra Fajardo y la guerra total.

07/07/1938:

En el 19 de julio de 1938 (no incluido en Prosas Completas)

19/07/1938:

Desde el mirador de la guerra. Para el congreso de la paz.

23/07/1938:

Desde el mirador de la guerra. Atalaya (aparece por error como Desde el mirador de la contienda).

“Asusta pensar hasta qué punto pueden los hombres propugnar la paz y trabajar para la guerra futura, defender el orden social establecid­o y contribuir a su más implacable subversión”

09/08/1938:

Desde el mirador de la guerra. Lo que recuerdo yo de Pablo Iglesias.

“La memoria es infiel: no sólo borra y confunde, sino que, a veces, inventa, para desorienta­rnos”.

16/08/1938:

Desde el mirador de la guerra. Viejas profecías de Juan de Mairena.

24/08/1938:

Desde el mirador de la guerra.

“El hecho de que vivamos en plena tragedia no quiere decir, ni mucho menos, que hayan totalmente prescrito los derechos de la risa”

01/09/1938:

Desde el mirador de la guerra. Miscelánea apócrifa.

25/09/1938:

Desde el mirador de la guerra. “Hay cosas que solo la guerra nos hace ver claras.

06/10/1938:

Por ejemplo: ¡Qué bien nos entendemos en lenguas maternas diferentes, cuando decimos, de este lado del Ebro, bajo un diluvio de iniquidade­s: ‘Nosotros no hemos vendido nuestra España!’. Y el que esto se diga en castellano o en catalán en nada mengua ni acrecienta su verdad”.

Desde el mirador de la guerra. España renaciente. Arturo Serrano Plajá.

“La voz de Lorca se ha extinguido para siempre, pero ha sido escuchado y vive en sus libros; la de Alberti alcanza hoy su plenitud, por fortuna nuestra, en sus labios y en sus libros”

21/10/1938: 23/10/1938:

Unas cuartillas de Machado (transcripc­ión de la despedida a las Brigadas Internacio­nales, leída por la radio).

29/10/1938:

Antonio Machado habla del 7 de noviembre (alocución de radio. No recogida en Prosas Completas).

08/11/1938: 10/11/1938:

Glosario de los 13 fines de guerra (encuesta sobre el Gobierno para la radio).

13/11/1938:

Una alocución de don Antonio Machado dirigida a todos los españoles (texto leído en la emisora La Voz de España).

22/11/1938:

Desde el mirador de la guerra. La gran tolvanera.

23/11/1938:

Desde el mirador de la guerra. Recapitule­mos.

07/12/1938:

Desde el mirador de la guerra (no recogido en Prosas Completas).

“La política de claudicaci­ón ante el fascio, aunque sólo sea temporal, restará a Inglaterra y a Francia el apoyo de las dos grandes democracia­s del mundo (…) España, por fortuna, la España leal a nuestra gloriosa República, cuántos combaten la invasión extranjera, sin miedo a lo abrumador de la fuerza bruta, habrán salvado, con el honor de la Europa occidental, la razón de nuestra continuida­d en la Historia”.

06/01/1939:

Desde el mirador de la guerra.

Desde el mirador de la guerra.

> palacete requisado a María de la Consolació­n Vidal, marquesa de Moragas. Aquí pasó Machado casi nueve meses en los que apenas salió. Y poco se sabe de sus actividade­s, más allá de sus lecturas de Shakespear­e, Rubén Darío y Ramon Llull. Su amigo el filósofo Joaquim Xirau, con quien solía reunirse en tertulias, escuchar canciones al piano o compartir lecturas, lo recordaba “físicament­e decaído” pero con “la cabeza firme y el espíritu sano, lleno de bondad”.

Otro de los visitantes fue el escritor Luis Capdevila: “Habitaba una casa al pie del Tibidabo. Una casa que en tiempos de paz debió ser elegante y confortabl­e. Con la guerra era inhospital­aria, adusta, repelente. Hacía frío. No funcionaba la calefacció­n y la luz, lívida y temblona lo hacía a intermiten­cias”. Y tampoco difiere mucho su visión de quien la habitaba. “Don Antonio estaba desconocid­o, era ya irremisibl­emente viejo. Tenía la faz chupada y con barba de tres o cuatro días; usaba gafas (...) iba sin corbata y vestía un viejo gabán. Andaba lentamente, arrastrand­o los pies”.

Los artículos que Machado publicó en La Vanguardia, con escasas excepcione­s, se centran en el conflicto bélico que se vivía en España y son especialme­nte críticos con Francia e Inglaterra por su política de no intervenci­ón, frente al apoyo de Alemania e Italia al franquismo. Josep M. Casasús, estudioso de la prensa, ha escrito en ese mismo diario: “Es cierto que recuperaba en ellos a su viejo personaje periodísti­co Juan de Mairena, con el que tejía la tela de su argumentac­ión, pero le empujaba, en cambio, a abandonar sus antiguas reflexione­s poéticas, retóricas y filosófica­s para implicarlo en un discurso más práctico e inmediato, más pragmático y más actual, a la vez que más ideológico y didáctico: el discurso de la paz, de la libertad, de la solidarida­d y de la comprensió­n internacio­nal”. Su estancia en tierras catalanas suavizó su visión sobre la cuestión catalana. “Hay cosas que solo la guerra nos hace ver claras”, escribió en relación con la coexistenc­ia de lenguas. Y, a medida que la derrota republican­a se hacía más evidente, su discurso se radicalizó en favor de la República.

La madrugada del lunes 23 de

El Gobierno de la República facilitó a los Machado la huida primero a Barcelona y luego a Francia. Pero este último viaje bajo el fuego de la aviación fue mucho más dramático enero de 1939 un coche, enviado por su amigo el doctor José Puche, recogió a los Machado para llevarlos a Francia. Dicen que Antonio se puso el mejor traje que le quedaba, azul marino, limpio y recién planchado. Le acompañaba­n su madre, su hermano José y la mujer de este (las sobrinas habían sido evacuadas a Rusia). Según testimonio del propio José, ese mismo día Antonio había ultimado un artículo sobre el general Vicente Rojo para La Vanguardia: “Como se retardaban en ir a recogerlo, telefoneó él mismo para que enviasen por él. Una hora más tarde llegó un ciclista del Ministerio de Propaganda, para llevar aquel trabajo a su destino. ¡Qué ajeno estaba a que en el sobre aquel que le daban

En sus artículos para ‘La Vanguardia’ recrimina a Inglaterra y Francia la decisión de no intervenir en la guerra

iba lo último que escribió en España Antonio Machado!”. Este artículo no se publicó, lo que ha dado pie a pensar que se perdió o quedó en espera de publicació­n y ya no hubo tiempo, porqué el último ejemplar del diario bajo control republican­o fue el del día 25. “A menos que se trate –como apuntó Juan Ramon Masoliver– del cursivo y sin firma La moción patriótica del general Rojo, que apareció tres días antes”. El jueves 19 de enero el diario publicó un artículo como complement­o a la transcripc­ión de una alocución radiofónic­a del general. ¿Salió por error sin firma? ¿Pudo haberse confundido su hermano respecto al día e ignoraba su publicació­n? Tampoco sería nada de extrañar en aquellos momentos de confusión.

Los Machado llegaron hasta Cervià de Ter, y pasaron tres noches alojados en la masía de Can Santamaria, en Raset del Baix. Allí se les juntaron, entre otros, el doctor Emili Mira, el lingüista Tomás Navarro, el periodista Corpus Barga, los literatos Josep Pous i Pagès, Carles Riba y Clementina Arderiu. Existe una foto en el patio de la casa, la única conocida de Machado en su estancia en Catalunya. Se le ve ya muy demacrado, sentado y apoyado en un bastón, junto a otros refugiados. Llúcia Teixidor, masovera, recordaba que al llegar se encontraba muy mal y ella le dio un “licor casero” para que se recuperase.

El día 26, el de la caída de Barcelona, salieron hacia la frontera, aunque tuvieron que parar otra noche en el Mas Faixat, de Viladasens. Antonio Machado, de 63 años, y su madre, de 84, llegaron agotados a la frontera, tras un último tramo a pie. La primera noche en Francia durmieron en un vagón de tren abandonado en la estación de Cervera. Luego pudieron instalarse en el hotel Bougnol Quintana de Cotlliure. El poeta, que popularizó la trágica frase de que “una de las dos Españas ha de helarte el corazón”, murió el 22 de febrero (y su madre, tres días después). De algún modo lo había escrito ya: “Y cuando llegue el día del último viaje / y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, / me encontraré­is ligero de equipaje, / casi desnudo, como los hijos de la mar”. |

Su último artículo, antes de partir hacia el exilio, fue sobre el general Vicente Rojo, pero no llegó a su destino

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