Updike, Foster Wallace y el cancelador cancelado

En 1997, David Foster Wallace canceló a John Updike 20 años antes de que ese verbo adquiriese ese significado internetero, el de dejar de apoyar a alguien debido a su conducta o sus opiniones. En una crítica muy famosa lo llamó “un pene con un diccionario” y lo designó el peor de todos los “Grandes Hombres Narcisistas”, junto a Mailer, Roth y compañía. Es cierto que Updike no está muy de moda. Hace unos meses se cumplieron diez años de su muerte y la fecha se conmemoró con un total de cero artículos (que sepamos) y nula fanfarria. Pero tampoco lo está Foster Wallace, que ahora siempre aparece en la prensa no como reinventor del canon anglosajón sino como torturador de sus novias y tipo bastante execrable. La última en hacerlo ha sido Adrienne Miller, que editó textos suyos para las revistas y mantuvo un romance con él y lo deja como un cruel narcisista patológico en su libro reciente In the Land of Men. ¿A qué viene esto? A que hay dos nuevas ediciones de Updike en el mercado español, Cásate conmigo (Gatopardo) y Los Maple (Alba) y sería muy buena idea leerlas no con “los ojos limpios”, porque eso es imposible y además muy cursi y muy poco Updike, sí con ganas y atrevimiento. Se me ocurren pocos planes mejores pasar el último tercio del invierno leyendo sobre adulterios de clase media alta escritos por un pene con diccionario, la verdad.