Aplazamiento de la vejez
El remedio de la separación según Malpartida
Nacido en Marbella en 1956 y residente en Madrid, Juan Malpartida ha colaborado en las más prestigiosas revistas españolas y latinoamericanas y en la actualidad dirige un radicalmente renovado Cuadernos Hispanoamericanos. Como señala Octavio Paz, en su polifacética obra “giran y se entrecruzan voces y ecos, formas y reflejos”. A Poesía, 1986-1996 y Huellas, 1990-2012, hay que añadir su reciente Río que vuelve (2020). Como ensayista, ha dedicado estudios a Antonio Machado, en Vida y pensamientos de un poeta (2018), y a Octavio Paz, en Un camino de convergencias. Es autor de los libros de diarios Al vuelo de la página. 1990-2000 (2011) y Estación de cercanías. 2012-2014 (2015). Toda su obra está hecha de secuencias en busca de una unidad, lo que explica que sus novelas Reloj de viento (2008) y
Camino de casa (2015) formen, con Señora del mundo, una trilogía.
En Señora del mundo cada capítulo es una secuencia en apariencia independiente, que en realidad es un continuo diálogo, una dialéctica, que incluye dos cartas o llamadas de teléfono. “Conversar es lo más humano, y a esto hay que añadir las otras dos grandes cualidades de todo diálogo, saber escuchar y, también, saber callar”. Hay que añadir los monólogos del narrador, Alonso Pi, alter ego de Malpartida. Para decirlo machadianamente, “converso con el hombre que siempre va conmigo/ –quien habla solo/espera a hablar a Dios un día”. Los dos centros que refuerzan la unidad son la separación matrimonial y las frecuentes reflexiones sobre la escritura y su escritura, que es “un diálogo consigo mismo”. “Soy escritor crónico, atado al tiempo fantasmal de la palabra”, coincidiendo con el Charles Olson de Projective Verse: una poética basada en el sonido, en la respiración, en la percepción más que en la sintaxis y la lógica. Para Malpartida, “el que escribe trata de fundirse con lo específico de su fraseo, con el ritmo de la prosa, con la configuración de los personajes”.
En cuanto al tema de la separación, es inevitable pensar en Ordesa de Manuel Vilas, donde la ruptura matrimonial es el centro de la novela. La diferencia está en que Vilas deja de beber, y aquí el protagonista se convierte en un bebedor y en un compulsivo fumador imaginario. Es la parte más dramáticamente intensa de Señora del mundo. “Uno se separa de su mujer, pero acaba separándose de sus hijos”; “también te separas de tu casa y de tu calle”. Además, no ha entrado otra mujer en su vida. “Me fui solo por un camino, a la búsqueda de algo”, y lo único que encuentra es la soledad y el pensamiento incesante, que le lleva a obsesionarse con la edad y con la muerte. Cree que separándose se renovará y aplazará la vejez. “Durante la juventud nos convertimos en esperanza (…); pero ahora, en una edad muy distinta, yo me puse a esperar a ver si venía lo que debía haber sido mi vida”. Y en este esfuerzo de encontrarse a través de las conversaciones, hay que excluir a los psiquiatras y psicoanalistas. Así, a su amigo Rubén “quizás por su paso por el psicoanálisis le había quedado un tic curioso en su personalidad: cada vez que daba un consejo acababa cobrándolo”. “He tratado a argentinos admirables (…), pero en cuanto se habla de psicoanálisis, lacanismo, filosofía oriental con acento argentino, mi atención sufre una cierta crisis”. Lo que yo llamo valdanitis, por el comentarista deportivo.
“Uno se separa de su mujer, pero acaba separándose de sus hijos”; “también te separas de tu casa y de tu calle”
Reflexiones, sentimientos y obsesiones se convierten en narración, en la que no falta una buena dosis de humor. A ello contribuyen los distintos personajes, que van creando nuevas situaciones, tanto en Madrid como en Encinar de las Palomas, donde se refugia en busca de una nueva vida. El más singular y el más misterioso es Javier Ventadour, sobrino de Guillermo, que aparece ya en El reloj de viento, un homenaje al poeta provenzal Bernart de Ventadorn. Leemos Señora del mundo guiados por la inteligencia y por la imaginación.
Juan Malpartida Señora del mundo
EDICIONES TREA. 270 PÁGINAS. 19 EUROS