Federico Correa al habla
Un retrato coral del maestro de arquitectos
Este libro de conversaciones con Federico Correa llegó a las librerías la misma semana del pasado mes de octubre en la que el arquitecto falleció, a los 96 años, en su piso de soltero de paseo de Gràcia. Desde la portada, que se ilustra con una estupenda foto de Toni Bernad, Correa observa al lector con la cabeza ladeada y una mirada inquisitiva. Viste chaqueta oscura, quizás de cachemir, camisa blanca y corbata moteada. Luce el abundante pelo engominado y peinado hacia atrás. Aunque no se parecían físicamente, su imagen distinguida evoca aquí la de José Luis de Vilallonga en la película Breakfast at Tiffany’s, cuyo reparto encabezó Audrey Hepburn. No podía ser de otro modo. Correa siempre fue un dandy de maneras patricias, impecablemente vestido. En eso fue singular. Y también lo fue porque, a diferencia de tantos otros dandies, fue un hombre con vocación de servicio, plasmada sobre todo en su sugestiva, rigurosa y admirada labor docente.
Un maestro de arquitectos en Barcelona reúne, con edición de Beatriz de Moura, cuatro conversaciones de Correa con otros tantos colegas que le tuvieron como profesor en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona y/o velaron sus primeras armas profesionales en el estudio que Correa compartió de por vida con Alfonso Milá. Estamos pues ante un retrato coral de Correa, esbozado con las preguntas de colegas que le conocieron bien y con sus respuestas.
En su charla, Lluís Clotet perfila a Correa como una persona generosa, reflexiva, libre; como un maestro dentro y fuera de las aulas, que trataba a sus jóvenes colaboradores profesionales como hubiera tratado a sus discípulos un filósofo en la Grecia clásica. E ilustra lo dicho con algún que otro consejo notable de Correa. Por ejemplo, este: “Hay que encontrar en uno mismo la raíz de todo lo que haces (en mi caso la racionalización)”.
La conversación con Óscar Tusquets –que junto a Clotet se formó en el estudio de Correa– es la más frívola y chispeante. Evoca la relación maestroalumno, los viajes compartidos o la desinhibida bohemia burguesa en Cadaqués (incluyendo revelaciones sobre los striptease del homenajeado). También revisa determinadas obras de Correa y Milá y la relación de ambos con Coderch (enriquecedora, pero no exenta de tormentas), incorpora comentarios maliciosos referidos a otros arquitectos (sobre todo de Tusquets) y da noticia del legado de Alfonso Milá, fallecido en el 2009, que garantizó a Correa una vejez aseada.
David Ferrer muestra en su charla con Correa un afán más documental, incidiendo en su vida académica, arquitectónica, en aspectos históricos o sociales, aportando un interesante volumen de información. Por último, la charla con Elías Torres aborda también, por una parte, aspectos profesionales, desde la relación y el reparto de papeles entre Correa y Milá hasta su selección de materiales. Y bucea además en la dimensión estética del personaje, con revelaciones sobre su característica prestancia –aporta el nombre de su sastre–, y alusiones al uso de los colores o a la pasión por el dibujo y la fotografía.
Federico Correa ha sido una figura central en la escena arquitectónica y académica barcelonesa durante medio siglo. Este libro, pese a las previsibles reiteraciones y a su propósito más aproximativo que de estudio definitivo, tiene la gran virtud de su viveza, basada en la relación de confianza entre cuantos han participado en él. Interesará por tanto a sus colegas profesionales, pero también a las personas atraídas por la arquitectura, por su ciudad y por un grupo social que disfrutó de tiempos felices y supo afrontarlos con talento, dejando tras de sí una obra digna de recuerdo.
Lluís Clotet, Óscar Tusquets, David Ferrer, Elías Torres... colegas y alumnos que revelan también lo más chispeante
Un maestro de arquitectos en Barcelona. Conversaciones con Federico Correa
EDITORIAL TUSQUETS. EDICIÓN DE BEATRIZ DE MOURA. 184 PÁGINAS. 19 EUROS