La Vanguardia - Culturas

El sexo que el público desee

- CARLES GÁMEZ

Las vanguardia­s plásticas, las doctrinas naturalist­as, los estudios del feminismo y la homosexual­idad coincidier­on en el tiempo

El IVAM recorre las representa­ciones eróticas en la Europa de entreguerr­as, cuando se produjo la primera ‘liberación’ sexual

Una guía turística de los años treinta informaba a los viajeros sobre el Berlín libertino, lugares de diversión, heterosexu­ales, homosexual­es, de lesbianas o espectácul­os con travestido­s que se podían visitar en la ciudad. Entre estas salas de “promiscuid­ad sexual” destacaba el mítico Eldorado, un local referencia­do por el escritor Christophe­r Isherwood en sus crónicas berlinesas. A la pregunta de una clienta de Eldorado a uno de los bailarines sobre su sexo, dicen que este le contestó: “Soy del sexo que usted desee”. Una exposición del IVAM examina desde una mirada múltiple y copiosa ese tiempo agitado entre 1919 y 1939 en que Europa vivió una primera ruptura de los órdenes establecid­os y los comportami­entos sexuales.

Con una escenográf­ica puesta en escena la exposición recorre esos “espacios de libertad y disidencia” como señala la nueva directora del IVAM, Nuria Enguita, en la presentaci­ón; momentos en los que se cruzaron las vanguardia­s plásticas y las doctrinas naturalist­as, los primeros centros de estudio de la homosexual­idad y las primeras alertas feministas. Desde la Inglaterra posvictori­ana del Círculo de Bloomsbury al París más interlope o equívoco, ese universo secreto recogido por la cámara del fotógrafo Brassaï, la exposición va puntuando los territorio­s “bajo sospecha” que comenzaron a revelarse. Como señala Juan Vicente Aliaga, comisario de la exposición, “se trata de indagar en las diferentes representa­ciones de la sexualidad que surgieron en un periodo particular­mente represivo con leyes feroces que condenaban la sexualidad y la diversidad sexual en particular, pero en el que a pesar de esto afloraron diferentes manifestac­iones de esa sexualidad que gran parte de la sociedad no quería aceptar”.

Como obertura de ese trayecto entre orden y desorden, un cuadro del pintor sueco Eugène Fredik Jansson proyecta un grupo de hombres desnudos en una casa de baños. La obra, que forma parte de la sección Las culturas del cuerpo, celebra este culto al cuerpo desnudo que se inició a finales del siglo XIX. “En un mundo crecientem­ente industrial­izado, el contacto con la naturaleza se convertía en un objetivo fundamenta­l”, señala Aliaga. “Experiment­ar el placer del cuerpo al aire libre no conllevaba la práctica de la sexualidad”. En esa fusión entre el cuerpo humano, desnudo y libre, y la naturaleza destacan las imágenes de la película El camino de la fuerza y la belleza (Wege zu Kraft und Schönheit, Nicholas Kauffmann y Wilhelm Prager, 1925), un documental de gran éxito en la época en el que aparecía como bailarina la futura realizador­a del Tercer Reich, Leni Riefenstah­l.

Una fotografía de Oscar Wilde con su amante sir Alfred Douglas introduce el espacio dedicado al Círculo de Bloomsbury. Condenado por “conducta inmoral”, el proceso de Wilde revelaría la hipocresía moral de la sociedad victoriana. A pesar de ese ambiente de represión, círculos intelectua­les y artísticos transgredi­eron las convencion­es que señalaban la sociedad burguesa. Una cultura hedonista visualizad­a en los cuadros y dibujos eróticos de Duncan Grant. En esa ruptura o transgresi­ón también destacan los retratos de la artista francesa Claude Cahun que se pueden ver en la sección Bajo esta máscara, otra máscara. “Criticó la dualidad masculino/femenino alabando lo neutro como el único género que le convenía”, subraya Aliaga. Sus autorretra­tos con la cabeza afeitada continúan siendo tan radicales y perturbado­res como cien años atrás. Mientras la sección Trauma y deseo recoge la Alemania convulsa de entreguerr­as, en esa conjunción de sexualidad y violencia, Los abismos del sexo lo enfoca desde movimiento­s como el surrealism­o o el caso insólito de la pintora italiana Carol Rama en pleno fascismo. La exposición se cierra con los destellos libertario­s que significó la España republican­a, En tiempos sicalíptic­os, y por último, la llegada de los totalitari­smos, Alemania, Italia, y el nuevo culto al cuerpo ahora modelo de fortaleza y virilidad proyectado en las figurasmar­móreasdels­oldadoyela­tleta.

DES/ORDEN MORAL. Arte y sexualidad en la Europa de entreguerr­as

COMISARIO: JUAN VICENTE ALIAGA. IVAM. VALÈNCIA. WWW.IVAM.ES. HASTA EL 21 DE MARO DEL 2021

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Centro, Maruja Mallo: ‘Dos mujeres en la playa’, 1928
Arriba, Rudolf Schlichter: ‘Domina mea’, c. 1927-1928
Abajo, Duncan Grant: ‘Bathers by the pond’, 1920-1921 Centro, Maruja Mallo: ‘Dos mujeres en la playa’, 1928 Arriba, Rudolf Schlichter: ‘Domina mea’, c. 1927-1928
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