Páginas navideñas
si la campaña de Navidad resulta muy buena, podría incluso plantarse por debajo del 10%.
Quizás nuestras librerías no se engalanen tanto con motivos navideñas como lo hizo el año pasado la de Peddler’s Village, Lahaska, en Pensilvania, que ilustra esta columna, pero lo cierto es que muchas de ellas ofrecen estos días un género que nunca caduca: el relato navideño. Como es sabido lo creó
con su uno de los libros más vendidos de todos los tiempos, donde tipificó costumbres y rituales de la Inglaterra de la época hasta darles carta de tradición. Este año hay al menos dos nuevas ediciones de este título de referencia: la de Alba clásica con ilustraciones de ,ylade Anaya infantil en versión de
En este año difícil la industria del libro ha resistido, y el descenso de ventas podría no ser superior al 10 por ciento
construye desde la misma dirección que emprende el protagonista en la búsqueda de su hermano (hacia el Este y no el Oeste). Novela de salvaje iniciación y de construcción de una leyenda, travesía homérica por pasajes agrestes, crónica de la supervivencia de un náufrago por un océano de arena, piedra y soledad, todo ello narrado con una prosa rabiosamente lírica, deslumbrante y alucinada.
Naranjas amargas
Tusquets
De existir, Lyntons, la inmensa, laberíntica e inabarcable mansión de estilo neoclásico en estado ruinoso que se adueña de la función de esta maravilla habría causado furor entre los especialistas de la psicogeografía, esa disciplina que escarba en las conexiones entre espacios físicos y nuestras emociones y comportamientos. Suerte de reencarnación del Manderlay imaginado por Daphne du Maurier en Rebecca,
en ella coinciden tres individuos por diferentes motivos laborales sin sospechar que la complicidad inicial derivará en tormenta cuando afloren los traumas, las personalidades y los anhelos de cada uno. Una lección sobre cómo dosificar la información, potenciar las zonas de sombra narrativas y jugar con los ambientes.
El trueno en el reino
Destino
No cayó el tercer premio Man Booker consecutivo para Hilary Mantel pero no respondió a arritmia alguna en el cierre a su obra magna en torno a la poliédrica e intrigante figura de Thomas Cromwell, secretario de Enrique VIII y genio de la oscura maniobra política, tras En la corte del lobo y Una reina en el estrado. La autora inglesa juega en una liga aparte dentro del marco de la novela histórica. Su penetración psicológica, la majestuosidad de su estilo y la ironía maliciosa de su voz narradora regresan a toda potencia en el capítulo final dedicado al hijo de un herrero de Putney al que todos temieron y que condujoasupaísalamodernidad.