Zambrano, la gatuna
El tercer cuaderno de la medusa
serie de cartas memorables de la historia que selecciona el británico Shaun Usher y que publica en español Salamandra crecerá el mes que viene con dos volúmenes temáticos, cartas de amor y cartas sobre gatos. Entre estas últimas hay una escrita por la filósofa María Zambrano a su amigo el pintor mexicano Juan Soriano. Zambrano era una conocida obsesa de los gatos. Llegó a tener 70 en su casa del exilio romano. Tantos, que sus vecinos no lo soportaron y tuvo que mudarse a Suiza. Viajaba con una docena, uno por cada signo zodiacal, y cuando murió y fue enterrada en su pueblo natal, Vélez-Málaga, sucedió que, por algún motivo, su tumba se convirtió también en un lugar de congregación de gatos. Hasta que, en noviembre del 2017, desaparecieron todos de golpe. El grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de la localidad presentó una queja al respecto del posible sacrificio de la colonia felina del cementerio, “por el amor y la defensa que la pensadora demostró en vida hacia estos animales”.
Inmaculada Puche Romero y Victoria Borrás Puche, madre e hija, llevan desde hace unos años una de las microeditoriales más interesantes en castellano. Se llama, como no podía ser de otra manera, Amor de Madre, su logo es una señora con rulos y canalillo y publican obras de temática feminista y de identidades disidentes. Acaban de sacar el tercer volumen de su serie más representativa, los Cuadernos de la Medusa, colecciones de cuentos eclécticas pero coherentes. En esta última entrega hay desde una autora tan reconocida como Marta Sanz –su relato, que se titula Decirte algo, es rotundo y un poco perverso– hasta autores recién publicados como Déborah García y Rubén Serrano. Este último construye su cuento a base de pantallazos en una app de citas, y Anna Pacheco inserta tuits muy plausibles en el suyo, que tiene un giro inesperado.