Homenaje al padre entre los pájaros
Desde el diagnóstico de una grave enfermedad hasta la muerte, un relato simbólico de Joan Carreras
Una parte de la literatura que se escribe sobre los padres (se escribe mucha, últimamente) muestra una notable falta de generosidad. Es una literatura adolescente en la que el narrador choca reiteradamente contra un muro, con culpas y reproches, sin ganas de comprender al otro, aunque, a menudo, tiene más de cuarenta años, y el padre o la madre hace mucho que murieron. Es una literatura humanamente decepcionante.
Es por eso, entre otros factores, que Torno a casa de Joan Carreras (Barcelona, 1962) es un libro tan remarcable. He de confesar que, cuando lo abrí, encontré la foto de Joan Carreras, de pequeño, con su padre, y adiviné de qué se trataba, me dio un vuelco el corazón. Como toda la gente que nos movemos en el mundo literario, traté a Joan Carreras i Martí (Barcelona, 1935-Granollers, 2018), que fue director de Enciclopèdia Catalana y presidente de Òmnium Cultural, un hombre reservado, irónico, con pinta de muy sabio, que no lo exteriorizaba, quizás a causa de su timidez, algo desengañado, que nos miraba a los jóvenes de los ochenta y noventa con condescendencia: no era para menos. Su hijo escritor le ha hecho un homenaje magnífico.
El Joan Carreras i Martí histórico aparece entre líneas. En las referencias al mundo editorial: cuando se abandonaron los tipos de plomo para componer las páginas, por ejemplo. En las referencias alapasiónqueCarrerasiMartísentíapor plantasypájaros,esoquenosotrosllamamos –como los niños de los colegios– la natura. Una de las veces que hablé más rato con él fue porque, no recuerdo cómo, salieron en la conversación los nidos de madera, o de ramitas entrelazadas, que suelen colgarse en el jardín. Carreras i Martí deploró que, a diferencia del mundo anglosajón, donde son muy frecuentes, aquí muy poca gente cuelga nidos y comida para pájaros.
Pues bien, en Torno a casa Joan Carreras habla muchas veces de pájaros, jabalíes, ginetas, serpientes, murciélagos: los animales queridos de su padre. Los hace aparecer en un bosque simbólico, a veces como animales de la historia natural, otras veces como presencias familiares, otras veces son bestias míticas que parecen salidas de textos clásicos, otras veces son las bestias de los cuentos que el padre leía o inventaba para sus hijos. En uno de los fragmentos más intensos, un murciélago plateado se transforma en hombre y empieza a cantar una canción maravillosa. No conocemos los referentes íntimos detrás de estas imágenes, pero el libro crea un campo magnético que somete al lector. El formato es muy acertado: unas pequeñas píldoras narrativas, que encajan como un rompecabezas, para narrar el viaje del narrador, desde el momento en que le diagnostican un cáncer de próstata hasta el tránsito final. En este viaje, recorre territorios desconocidos. Empieza en un pueblo fantasmagórico. El narrador está perdido y quiere volver a casa. Por el camino encuentra a diferentes personajes: un gigante, un hombre con una túnica blanca, una enfermera, una procesión de pordioseros, un pastor quehaperdidoelrebaño,unhada...
Estas visiones forman un tejido con conceptos y evoluciones de la enfermedad.
Un texto auténtico y emocionante que es una gran afirmación definitiva de la literatura que sale de dentro
Por ejemplo, el hada, que permite revivir el erotismo de la juventud y la operación invasiva que representa el fin de la sexualidad genital. El conglomerado contiene también historias psicológicas, morales y políticas. Para ser perfecto, desde mi punto de vista, le convendría un dominio más personal de la lengua. A pesar de ello, la historia te deja tocado, con escenas espectaculares, como una del final, en un bosque: las copas de los árboles son cabezas de los antepasados, que hablan, o la imagen del enfermo gravísimo que se ha convertido en un títere que entretiene a los que velan por él. Un texto auténtico y emocionante que es una gran afirmación definitiva de la literaturaquesalededentro.
Joan Carreras Torno a casa
PROA. 119 PÁGINAS. 17 EUROS