De sueños, realidad y tiempo
¿Qué pasaría si desearas quedarte para siempre en un lugar? Tal vez nada. O tal vez se cumpliría y acabarías atrapado en un barrio del que no puedes salir, invisible, sin voz, convertido en un espectro o, mejor dicho, en una idea, en un deseo que no avanza, pero que puede observar el mundo que quería conocer. La carga simbólica que palpita en esta imagen transita por las páginas de Me despertaré en Shibuya ,la primera novela de Anna Cima (Praga, 1991), una joven escritora checa especializada en estudios japoneses, que nos invita a viajar entre Praga y Japón con una historia tierna, divertida y profunda.
Con un estilo fresco, ágil y muy natural, Cima nos presenta a su protagonista, Jana, y la realidad que la rodea. Vemos a través de sus ojos el mundo universitario, los vínculos entre amigas, los primeros amores, y el choque entre realidades, sean pequeñas o inmensas, familiares o culturales. Pero no estamos simplemente ante un retrato de los años de juventud de una joven que empieza a ser adulta. Hay algo más complejo y más profundo en la forma en que la historia se desarrolla, porque la autora escoge una primera persona que se desdobla para narrarnos dos tiempos. Uno, el de la Jana de veinticuatro años, la estudiante de Japonología que sueña con una beca y que se interesa por un autor casi desconocido, Kiyomaru Kawashita. El otro, el de la Jana de diecisiete años, la chica que viaja a Japón por primera vez para hacer turismo; la chica que desearía no tener que volver jamás a Praga y se queda en un barrio, atrapada, sin poder ser vista ni oída ni percibida.
La historia desdoblada de Jana se entrelaza con la obra del autor que investiga y traduce junto a Klíma, un joven también especializado en literatura japonesa, con el que traba una amistad especial. Y es que ese desdoblamiento hace referencia a su vez al título de una de las historias de Kawashita, un relato donde la literatura y la vida se tocan, donde se encuentran y separan los sueños que tenemos durante la adolescencia y los que querríamos conseguir en la edad adulta. Es también un guiño a esas dos culturas que acompañan a Jana y una forma de hablar de lo que está cerca, pero parece lejano, de lo distinto, de lo que anhelamos, de lo que observamos a través de los libros, de las ventanas, de las fotografías y los sueños, lo que captamos en el agua y en el río. Un debut literario que nos ofrece una historia cargada de magia y simbolismo, de amor por la literatura y, por supuesto, por la cultura japonesa.
Anna Cima Me despertaré en Shibuya
NÓRDICA LIBROS.TRADUCCIÓN: KEPA UHARTE. 376 PÁGINAS. 21,95 EUROS
Un viaje a Japón y su cultura de la mano de la especialista Anna Cima