El discreto encanto de la burguesía
El retorno de Milena Busquets
Milena Busquets (Barcelona, 1972) estudió en el Liceo Francés y es licenciada en Arqueología por el University College de Londres. Hija de Esther Tuquets y sobrina del prestigioso arquitecto Óscar Tusquets, pertenece a la alta burguesía barcelonesa. Es heredera de los escritores de la llamada gauche divine –que yo he entendido siempre como divina frivolidad–, nacidos con una fuerte conciencia de clase y con una complacencia o un irónico sentimiento de culpa, como se refleja en el poema de Carlos Barral Baño de doméstica, o en cómo Gil de Biedma, en En el nombre de hoy, ve a sus compañeros de viaje como“señoritosdenacimiento/pormala conciencia escritores / de poesía social”. También Esther Tusquets, en su libro de memorias Confesiones de una editora poco mentirosa, muestra su malestar con el entorno en el que nació … ¡y vivió! No debería sorprendernos pues la buena acogida que tuvo También esto pasará (2015), de Milena Busquets, sobre la muerte de su madre, una mujer de una enorme y a veces irritante personalidad. Para Santos Sanz Villanueva, se trata de “una novela cuya apariencia leve es solo un hábil engaño literario”.
En el 2016 Milena Busquets declaró a La Vanguardia que “no escribiría una tercera novela si no tuviese nada que decir”. Y ahora, con la publicación de Gema, toca al lector decidir si tiene o no algo que decir.Lasnumerosasdeclaracionesdelaautora en la prensa nos llevan por una mala dirección, como cuando confiesa a Manuel Jabois en El País: “Prefiero hacer cualquier cosa antes que escribir. Salir a cenar, tomar este vino, ir a la playa, ver una película”.
Gema es hija de la indolencia. En cierto modo, vuelve a repetir el mecanismo de También esto pasará, pero ahora en vez de la madre, la persona fallecida es Gema, que murió a los quince años. De la personalidad de la muchacha sabemos bien poco. Busquets confiesa a Xavi Ayén en estas páginas que sí que hay frivolidad, porque “yo creo que el futuro estará en la ligereza, la libertad”, algo difícil de imaginar desde este presente. Y el drama que narra no se presta mucho a la ligereza, por más que cabe preguntarse: ¿a qué viene este interés obsesivo por averiguar algo de su pasado treinta años más tarde? Y, ¿cómo puede haberse olvidado de si estuvo en el patio del colegio aquel día tan especial? Aunque la verdad es que aquí nadie recuerda nada. Sus amigas no recuerdan si Gema había regresado al colegio estando enferma de leucemia, ni dónde fue el entierro, “habíamos repetido un montón de veces que fue una tragedia terrible, pero eso no era recordar nada específico”, “cada vez me resultaba más difícil regresar al recuerdo de Gema en el patio”.
El problema es que el nivel de frivolidad de sus declaraciones reaparece en el interior de la novela, con afirmaciones tan contundentes como absurdas. Gema “dijo adiós a todo sin haber visto Venecia probablemente, sin haberse bañado en pelotas siquiera”; o “muchos hombres van al peluquero cuando tienen una cita y muchas mujeres llevan el coche a lavar cuando tienen novio”.
En favor de la autora hay que decir que sabe reflejar la clase a la que pertenece, los lugares por los que se mueven, la ropa que visten. La investigación en torno a la amiga muerta nos lleva a una serie de personajes interesantes, a los que se añade su homenaje a la amistad. Y como contrapunto a esta obsesión, está la crisis en la relación con su novio Bruno. Hay pues una lectura positiva de Gema, guiada por la voluntad narrativa, que no podemos pasar por alto y que despierta nuestro interés.
Sabe reflejar la clase a la que pertenece, los lugares por los que se mueven, la ropa que visten; el problema es la frivolidad
Milena Busquets Gema / Gemma
ANAGRAMA/AMSTERDAM LLIBRES. TRADUCCIÓN AL CATALÁN: LURDES SERRAMIÀ. 152/144 PÁGINAS. 16,90 EUROS