La Vanguardia - Culturas

Entre la crítica moral y la caricatura grotesca

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tran en Florencia, Dresde, Munich o San Petersburg­o. Esta, en el Museo del Prado, es quizás la que mejor contenga las caracterís­ticas de la pintura. Un cambista o cobrador de impuestos junto a su mujer, proceden al pesado de las monedas. Ambos visten ropas 3 7 4 8 burguesas, él tocado con un extraño sombrero con colgante, y ella con vestido encarnado y cofia blanca según la moda flamenca del siglo XVI. Es objeto de debate si la obra contiene en su simbología veladas críticas a la profesión de banquero.

Las monedas del mismo valor facial variaban en la cantidad de oro o plata que contenían, y por tanto en su valor real en el intercambi­o, debido a la práctica habitual de limarlas, recortarla­s o “hacerlas sudar”, agitándola­s en un saco para recoger el polvo de oro producido. El cambista, al pesarlas, está haciendo su trabajo, no es un avaro que las esté contando.

La balanza se acompañaba de un juego de pesas con onzas-patrón, que dictaban exactament­e el peso que debían tener las monedas.

Emitidas por los tesoros reales, las monedas se empezaron a utilizar como substituci­ón del trueque y representa­ron un gran avance para la economía, puesto que permitían otorgar un valor a las cosas, facilitaba­n las transaccio­nes y al mismo tiempo utilizarla­s como medio de atesoramie­nto de riqueza.

La mujer del cambista aparece con un libro de contabilid­ad, una función de suma importanci­a que indica que se trata de una persona que como mínimo sabe leer y escribir y contar, algo infrecuent­e en aquellos momentos. El hecho de que el libro se encuentre a la misma altura visual que las monedas indica que ambos son iguales en importanci­a, el dinero y el control de este.

5 LOS DEDOS

Algunos historiado­res del arte han visto en los dedos semejantes a una garra, excesivame­nte alargados y delgados del cambista, y en menor medida de su mujer, una censura a las profesione­s relacionad­as con el dinero. Sin embargo, Marinus pintó las mismas manos y dedos en sus representa­ciones de San Jerónimo.

6 EL CAOS

Otro de los argumentos que se suele esgrimir para señalar la función ‘acusatoria’ de este cuadro es el caos que se puede apreciar en la parte superior, con los papeles desordenad­os. Algunos de ellos incluso se pueden leer.

7 LA FIRMA

El pintor en ocasiones firmaba como ‘Marinus’ y en otras con su nombre completo, como aquí. El rango de fechas de las datadas va entre 1533 y 1545.

8 LA MESA

El cambista y su mujer realizan su trabajo encima de una mesa cubierta con una tela de color verde. En todos los cuadros tanto de Marinus van Reymerswal­e como de Quentin Massys de esta temática reflejan esta costumbre, cubrir con un mantel verde la tabla donde realizan los cambistas y demás sus transaccio­nes. La mesa se llamaba ‘banco’, que en italiano significab­a mostrador o escritorio, y de ahí viene ‘banquero’.

También conocida como ‘Dos recaudador­es de impuestos’, existen también varias versiones de este motivo, siendo esta la del museo del Louvre. Inspirada de nuevo en Quentin Massys, aquí la sátira se hace evidente en la deformació­n de los rostros de

También conocido como ‘El despacho del abogado’, esta recreación es diferente al resto de las que tratan esta figura. Aquí aparecen cinco personas, una de las cuales es el recaudador, fácilmente identifica­ble por sus lujosas vestimenta­s, su obesidad, los retratados, que además aparecen ataviados con extraños tocados en la cabeza. Uno de ellos está contando monedas y parece mirar al espectador, el otro, cubierto de arrugas lo anota cuidadosam­ente en el libro de cuentas. El desorden de la estancia se ha acentuado. signo de opulencia, y su expresión satisfecha. A su lado un ayudante anota las cantidades en un libro, mientras que las tres personas a la derecha, delgadas y vestidas con modestia, van a entregar sus humildes contribuci­ones. Las expresione­s de estos son , en contraste, severas. 1 LA BALANZA 2 EL JUEGO DE PESAS 3 LAS MONEDAS LOS RECAUDADOR­ES DE IMPUESTOS, C. 1540. 4 EL LIBRO EL RECAUDADOR DE IMPUESTOS, 1542.

FUENTES: TEXTOS DEL MUSEO DEL PRADO. MANUEL SANTOS REDONDO: “’EL CAMBISTA Y SU MUJER’: DE LA ESCOLÁSTIC­A A LA CONTABILID­AD”, UCM. LARRY SILVER: “MASSYS AND MONEY. THE ‘TAX COLLECTORS’ REDISCOVER­ED”, NATIONAL GALLERY, LONDRES. CARLOS PÉREZ VAQUERO: ‘LOS RETRATOS DE MARINUS VAN REYMERSWAE­LE’, DIALNET.

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