La voz de la justicia
Un relato sobre la lucha de Martin Luther King, meditada y explicada por él mismo
El día antes de ser asesinado en el hotel donde se alojaba en Memphis, el pastor Martin Luther King (1929-1968) pronunciósuúltimosermóncomolíderdelmovimiento por los derechos civiles. Había ido a esa ciudad de Tennessee por segunda vez en pocos días para secundar la huelga que los barrenderos negros habían iniciado tras la muerte de dos compañeros y reclamando mejores condiciones laborales. En la primera visita encabezó una manifestación que se desbordó. Él, adalid de la protesta tensa pero no violenta, sintió que perdía la capacidad de control sobre el movimiento cuando manifestantes rompieron cristales y saquearon tiendas. La violencia estaba agriando la nación. Era como si la esperanza de los años anteriores la estuviese devorando la rabia, porque nada había cambiado con la rapidez esperada, mientras llegaban los féretros de Vietnam con los cuerpos de los soldados muertos. Muchos de ellos negros que luchaban por un sistema cuyo lado oscuro era la perpetuación de la pobreza y la injusticia racial. La evolución amarga la constató en el artículo Un legado de esperanza que se publicó póstumamente.
Este artículo y ese sermón cierran el volumen Tengo un sueño. La selección es de Ramón González Férriz. Él ha traducido los textos –la mayoría no podían leerse en español– y ha escrito una clarificadora introducción sobre la vida de King y la pervivencia del racismo en EE.UU.
Hay algo en esas palabras de Memphis que, leídas sabiendo lo que el mundo sabría el día después por boca de Robert Kennedy, sigue sobrecogiendo. “Como a todo el mundo, me gustaría tener una vida larga. La longevidad tiene sentido. Pero eso no me preocupa ahora. Solo quiero hacer la voluntad de Dios. Y él me ha permitido subir a la cima de la montaña. Y he mirado desde allí”. Lo que King vio, como Moisés ante la muerte, era la tierra donde la esperanza era realidad: él había luchado con la voz de la justicia para que el conjunto del país poblase la patria de la igualdad democrática impresa en los documentos fundadores del país. El relato sobre esa lucha, meditado y explicado por él mismo, es el que entrega este libro. En el corazón están los dos momentos memorables de 1963: la Carta desde la cárcel de Birmingham y su discurso de aquel verano en Washington. Pero antes y después está también la evolución de un profeta.
El primer texto, de 1956, se publicó tras la campaña de Montgomery que puso en marcha el gesto de Rosa Parks. Allí ya plantea el fundamento democrático de la desobediencia de la ley injusta –“difícilmente es un acto moral alentar a otros a que acepten pacientemente la injusticia que él no soporta”– y apuesta por la estrategia de la resistencia no violenta como forma de protesta cuyo fundamento es el amor. Su noción de amor cristiano como virtud cívica la desarrolla en otro texto y lo define como “la buena voluntad comprensiva, redentora, creativa para con todos los hombres”. Y es a partir de esta base moral del combate por la justicia que King lidera un activismo que pone contra las cuerdas al blanco equidistante y que es esencialmente político porque, como explicitó en 1967, asume siempre el poder como auténtico elemento transformador del orden establecido. ¿Qué poder? “No es más que la habilidad para conseguir un propósito. Es la fuerza requerida para provocar cambios sociales, políticos y económicos”. Esa valiente lucidez, que es al tiempo ética y política, es la que convirtió a King en uno de los hombres más dignos de tu tiempo. Una dignidad que continúaintactaensuspalabras.
Martin Luther King Tengo un sueño. Ensayos, discursos y sermones
González Férriz ha traducido los textos y escribe una clarificadora introducción sobre King y la pervivencia del racismo
ALIANZA. TRADUCCIÓN: RAMÓN GONZÁLEZ FÉRRIZ. 238 PÁGINAS. 12,30 EUROS la lectura con la diversión y el placer”.
Me dejan colarme en una de sus sesiones de lectura con un chico de primaria llamado Izan y su mentor, Josep Ros .La sesión virtual se inicia con el conjunto del grupo de niñas y niños de Valls y El Vendrell. La voluntaria Assumpció Casañas les propone con mucha empatía y entusiasmo algunos juegos para que practiquen el vocabulario y van respondiendo rotativamente de manera risueña. lejos, al otro lado de una pantalla, él hace algo extraordinario: no solo lee la aventura sino que forma parte de ella. “Que quedi clar que no em penso casar amb cap monstre!”, exclama rotundo desde su habitación convertida en escenario de sucesos asombrosos. Izan lee con una emoción que se me contagia y rebusco en mi trastero de las cosas olvidadas el niño que yo también fui una vez. Tiro la libreta de las notas y me voy con Izan y SonGokuavivirgrandesaventuras.