El Hermitage en Barcelona, pero no ese

El asunto alfabético

Pronunciar las palabras “Hermitage” y “Barcelona” en la misma frase todavía levanta ampollas. Al margen del frustrado proyecto de Toyo Ito en el puerto, la Casa de Rusia, un espacio muy poco conocido por los barceloneses situado en Anselm Clavé, expone estos días una muestra sobre cómo se salvaron las obras del museo ruso durante el asedio nazi a la entonces Leningrado. El mismo día que los alemanes llegaron a la frontera de Rusia, en junio de 1941, el entonces director del museo empezó la tarea de evacuar los Leonardo, Rubens, Tiziano, Rembrandt, Tiepolo y demás a Ekaterimburgo. Mientras, el edificio del Hermitage se convirtió en un refugio antiaéreo. En el sótano llegaron a estar alojadas hasta 12.000 personas. El personal del museo siguió trabajando y una de las actividades más curiosas que tuvieron lugar en aquellos días eran las visitas guiadas por el museo vacío, en las que se mostraban al público los marcos y los huecos que habían dejado las obras en las paredes. El millón largo de piezas evacuadas regresaron a su casa en el 45 y, dicen, no se perdió ni una.

Cualquiera que frecuente tiendas de discos sabe que un disco de The Beatles estará en la cubeta de la B y no enladelaT,igualqueunodeLosBrincos.Lasbandasporsu nombre y los solistas por su apellido. Sí, pero a partir de ahí surgen varias dudas. El periodista musical Pete Paphides y el músico (y periodista) Bob Stanley, dos de las personas que más saben sobre la historia del pop y sobre el coleccionismodediscos,abrieronuninteresantedebatealrespecto en Twitter. Cargaron contra las tiendas (anglo) que archivan Os Mutantes en la O, arguyeron que PJ Harvey empezó en la H, puesto que ella defendía siempre que lo suyo era una banda, pero ahora tiene más sentido ponerla en la P, y defendieron que Kylie Minogue ha trascendido su apellido y que es casi feo ponerla en otra cubeta que no sea la de la K.