El arte y la vida
Obras que discuten la presunta incompatibilidad entre creación y realidad
El crítico José Francisco Yvars, habitual colaborador de La Vanguardia, cumple siempre con las tres condiciones necesarias que señala el moralista francés Joseph Joubert para hacer un buen libro: “El talento, el arte y el oficio; es decir, la naturaleza, el trabajo y la costumbre”. El ensayo de Yvars que hoy nos ocupa y que lleva por título Retratos, semblanzas, perfiles. Un abecedario artístico personal es un buen libro. Se trata de un ensayo sobre el arte y el crítico y estudioso que está en disposición de descifrar sus misterios. Su ensayo es un compendium de artículos y textos publicados en libros anteriores y ofrece un tapiz de la creación, esencialmente del impulso/sensibilidad del artista.
La elección de sus retratos permite ver al crítico tras las obras y las vidas de los artistas que analiza. El lector puede encontrar retratos de artistas como Balthus, Bonnard, Duchamp, Klee o Rothko, estudiosos del arte como Mario Praz, Theodor W. Adorno, Ernst Fischer o John Richardson y también marchantes como Douglas Cooper o Harry Kessler. El ensayo muestra un trípode de retratos de artistas, críticos, estudiosos, marchantes y apasionados al arte.
Todos los semblantes y perfiles captados responden a la concepción que tiene Yvars sobre el arte, al que le exige ser un enigma claro que pueda llegar a desvelarse. Leyendo sus pequeñas y deliciosas piezas descubrimos su pensamiento crítico: “La vida del artista es su obra”, refiriéndose a Balthus. Al retratar a Bonnard hace la siguiente observación: “Su pintura, decía Picasso, es una ‘mescolanza
Los perfiles captados responden a la concepción que tiene Yvars sobre el arte: un enigma claro que puede llegar a desvelarse