La Vanguardia - Culturas

Ciudad de turbios pasados

- JUAN ÁNGEL JURISTO

Sergi Doria recrea el paisaje político y humano barcelonés de los setenta

Sergi Doria (Barcelona, 1960) es, amén de profesor de Teoría e Historia del Periodismo en la Universida­d Internacio­nal de Catalunya y en la Ramon Llull, un destacado periodista y crítico que ha colaborado en diversos medios de comunicaci­ón, como El País, El Periódico de Catalunya, Avui... y actualment­e lo hace en Turia, Revista de Libros y sobre todo en el diario Abc. Ha escrito, además, y siempre teniendo a la ciudad de Barcelona como centro o paisaje de fondo, diversos libros: así, La Guineueta, sobre ese barrio en concreto; así, Imatges. 1930. Barcelonin­s i moderns, una especie de Dublineses ala catalana teniendo como telón de fondo la Exposición Universal de 1929, la “ciudad de los prodigios”; así, Paseos por la Barcelona literaria, que dirigió junto con Sergio Vila-sanjuán; así, una guía sobre la Barcelona del novelista Carlos Ruiz Zafón.

Pero esa querencia por la ciudad se metamorfos­ea en figuras que requieren a veces géneros distintos y miradas ajenas. De estas últimas cabría destacar su edición crítica de las obras de Ignacio Agustí y su magnífico estudio sobre su autor, Ignacio Agustí: el árbol y las cenizas, donde Doria reivindica la figura del preterido autor de La saga de los Rius, y el primer autor de best seller de la Barcelona de mediados del pasado siglo, como un escritor genuinamen­te popular y creador de una imagen de Barcelona que es parte esencial del imaginario de Doria.

Luego, en ese requerimie­nto de los géneros distintos, nos hallamos ante su faceta narrativa con No digas que me conoces, ambientada en los años veinte y treinta; La verdad no termina nunca, una novela que tiene como marco la Barcelona de los años cincuenta y treinta, del mismo modo que en su más reciente novela, Antes de que nos olviden, da vida a la Barcelona de los años setenta, en la etapa delatransi­ción.Facetanarr­ativaqueju­ega

Retrata el tiempo de la transición y del destape, y juega con los secretos, como los que rodean al padre de Promio

siempre con un secreto que esconden los personajes, trasunto metafórico del desconocim­iento que se tiene por ciertos acontecimi­entos habidos en la ciudad y que los avatares políticos los han convertido en prácticame­nte inexistent­es para las nuevas generacion­es. De este modo, los personajes de la dos últimas novelas de Sergi Doria investigan su propio pasado y, de paso, ese mismo pasado, que puede ser el de la madre de uno de ellos, o el abuelo, implicado en el carlismo catalán del que tanto se desconoce, se refleja en uno más amplio, que es el de la propia ciudad, el de sus barrios, una ciudad que, al igual que sus personajes, esconde secretos que esperan ser revelados.

En La verdad no termina nunca, por ejemplo, Alfredo, huérfano de padre, quiere saber la razón del obligado mutismo de su madre, costurera, y que por su conducta es evidente que guarda un secreto. Eso hace que Alfredo se interese por una Barcelona en la que sus padres se conocieron mientras entabla relaciones con la hija de uno de los próceres de la ciudad, los Queralt, familia acomodada que le descubrirá, finalmente, ese secreto ligado a la posición de una mujer de clase humilde en los años veinte y treinta.

En Antes de que nos olviden sucede igual que en su anterior novela, pues lo que mueve al autor es la recreación de una ciudad con la que se siente vinculado al modo de esos ciudadanos griegos y romanos de la literatura clásica: de ese modo, la caída de la editorial en que trabajan Moncada y Alfredo Burman, que se asemejan al barbero y al cura en el escrutinio de la biblioteca de Alonso Quijano, cuando remueven los fondos de la editorial para ver qué pueden sacar de la venta de esos libros y se tropiezan en ello con los diarios de Promio. Leyéndolos descubren que el padre de Promio estuvo implicado en el atentado al buque Express en el puerto de Barcelona en 1875, en los años de la tercera guerra carlista. Vale decir, un secreto que se desvela de una época oscura realizada por unos lectores en la Barcelona del destape, estamos en 1976, unos años en que se desvelan los años oscuros de una época terrible. Secreto sobre secreto, desvelamie­nto sobre desvelamie­nto... Esta novela llama con urgencia a recobrar la memoria de una ciudad antes de que nos sepultemos en el olvido.

Sergi Doria Antes de que nos olviden

DESTINO. 272 PÁGINAS. 18 EUROS

 ?? MANÉ ESPINOSA ?? Sergi Doria vuelve al Paral·lel, pero ahora en la Barcelona del destape y los años de la transición
LILIAN NEUMAN
MANÉ ESPINOSA Sergi Doria vuelve al Paral·lel, pero ahora en la Barcelona del destape y los años de la transición LILIAN NEUMAN

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