En el 2028, Barcelona será juvenil
Hace tan solo noventa años, Munich se convirtió en una hoguera de libros. La censura del partido nazi llevó a la quema de cientos de miles de volúmenes en un aquelarre siniestro. Pero no todos los alemanes estaban de acuerdo. La periodista y escritora de libros infantiles Jella Lepman se opuso a la locura nacionalsocialista y tuvo que exiliarse al Reino Unido en 1936. Cuando regresó diez años después, quiso que de las cenizas de ese desastre naciera algo hermoso. Removió cielo y tierra para conseguir apoyos y donaciones hasta conseguir fundar en Munich en 1949 la Biblioteca Internacional de la Juventud, la mayor biblioteca de literatura infantil y juvenil del
⁄ El IBBY lo fundó Jella Lepman tras la Segunda Guerra Mundial para que no se repitieran los horrores vividos
mundo. Fundó también en 1953 la Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY), para que nunca regresaran las hogueras de libros.
Actualmente hay más de ochenta naciones asociadas al IBBY. En 1982 se fundó el IBBYcat, el Consell Català del Llibre Infantil i Juvenil. Hace unas semanas me tropecé con Lluís Zendrera, director gerente de la editorial Juventud, que este 2023 celebra su centenario, y presidente del IBBYcat. Me contó que “el propósito del IBBY sigue siendo el mismo de su fundación: el fomento de la lectura en todo el mundo. En las reuniones del comité ejecutivo que decide a qué se destinan los fondos que nos llegan de varias instituciones y empresas altruistas, este año decidimos ayudar a Turquía y la frontera con Siria por el terremoto, Pakistán, Ucrania, librerías en Gaza, a El Salvador, Líbano, a la frontera EE.UU./México y a unas librerías móviles en Afganistán. También concede los Premios Andersen, el premio Nobel de la LIJ”.
Los ojos le brillaban cuando me decía que Barcelona tenía posibilidades de ser anfitriona del 41 congreso internacional del IBBY en el 2028.
Tras la ratificación durante la feria de Bolonia de Barcelona como sede del congreso, que organizarán el IBBYcat y el OEPLI (la Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil), encuentro a Zendrera pletórico: “Es una oportunidad única para demostrar al mundo la calidad de nuestros autores, de nuestros ilustradores, de nuestras bibliotecas, de nuestras librerías, de la edición de calidad que existe aquí, y poder abrir una ventana al mundo para que vean por qué Barcelona fue declarada ciudad de la literatura por la Unesco. ¡Las ideas hierven! Hemos presentado un programa sólido bajo el lema Leer es un derecho universal, en torno al cual se desarrollarán actividades multiculturales, intersectoriales y transversales”.
Decido ejercer de aguafiestas: los congresos relacionados con la literatura a la gente de la calle le suenan a tostón... ¿Por qué ese congreso del 2028 le tiene que importar a Barcelona?
“Porque desde un principio nuestra idea es que participen niños de muchas maneras, no haremos un congreso a puerta cerrada. Habrá decenas de actividades en la ciudad dirigidas a niños, padres y abuelos inquietos por la literatura infantil y juvenil, por la LIJ. Estamos hablando de un congreso que acoge entre 600 y 800 participantes. La gran implicación desde el principio del Ministerio de Cultura, de la Generalitat, del Ayuntamiento de Barcelona, del Instituto Ramon Llull y de la Institució de les Lletres Catalanes nos hace pensar que podemos hacer el mejor congreso nunca habido, con la implicación de toda la ciudad y además coincidiendo con el 75 aniversario del IBBY mundial”.
Antes de irme me recuerda lo importante: “El IBBY fue fundado después de la Segunda Guerra Mundial por una increíble mujer, Jella Lepman, para que nunca volvieran a repetirse los horrores vividos. Para que todos los niños y jóvenes del mundo tuvieran acceso a libros que les dieran un criterio propio y pudieran pensarporsímismos”.