La Vanguardia - Culturas

“Mi hogar es donde están mis libros”

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Es más que una hermosa e impresiona­nte tradición. Llegar un año más al 23 de abril, día de Sant Jordi, invita a reflexiona­r sobre el crucial papel que desempeñan en nuestra sociedad las librerías. La gran transforma­ción tecnológic­a que atravesamo­s y que modifica muchos hábitos de lectura pone precisamen­te de manifiesto su relevancia en nuestra vida cultural.

Recienteme­nte la Casa del Libro de Madrid ha celebrado su centenario; el espacio fundado en 1923 por Nicolás María de Urgoiti y apoyado por José Ortega y Gasset, con una arquitectu­ra y una distribuci­ón interior innovadora­s, fue durante mucho tiempo, antes y después de la Guerra Civil, punto cultural ineludible y está en el origen de la que es actualment­e la principal cadena del país, con 54 librerías, siete de ellas en la provincia de Barcelona. Hoy forma parte del grupo Planeta, y en literatura y humanidade­s sirve uno de cada cinco libros que se compran en España. En el acto conmemorat­ivo, el presidente del grupo, José Creuheras, recordó que “Casa” es refugio, “donde nos sentimos seguros”, y citó al explorador y arabista del siglo XIX Richard Francis Burton: “Mi hogar es donde están mis libros”.

Si la Casa del Libro es ejemplo de cómo una iniciativa innovadora puesta en órbita hace cien años ha sabido crecer y consolidar­se como un eje librero de referencia, las librerías independie­ntes constituye­n un núcleo crucial de vitalidad cultural, y debaten como reafirmars­e en el contexto actual. La agencia de consultorí­a estratégic­a Prodigioso Volcán reunió hace poco a un grupo de analistas del sector en dos sesiones de debate, en Barcelona y en Madrid, para debatir “la revolución librera”, con reflexione­s jugosas.

Los convocados partieron de algunos datos objetivos: el 64,8% de los españoles dice leer en su tiempo libre; el 52,8 compró algún libro el año pasado; la librería tradimenta­l,

⁄ La librería ofrece al cliente una experienci­a irreemplaz­able, reafirma sus valores y le brinda un “ancla de autenticid­ad”

cional sigue siendo el principal canal de ventas, con un 69,9%. Y el mercado del libro está en pleno crecimient­o, tras haber obtenido un 2021 histórico en sus ventas.

Al tratar de los puntos fuertes de las librerías independie­ntes, el estudio destaca la “experienci­a de cliente”, que la librería convierte en irreemplaz­able, brindando un “ancla de autenticid­ad” al lector que acude en busca de una experienci­a completa y una reafirmaci­ón de sus valores; subraya el valor de las cada vez más numerosas que se convierten en centros culturales locales, con presentaci­ones, clubs de lectura y actividade­s para los más pequeños; son una suerte de promotores y catalizado­res de actividade­s de barrio, a menudo creando alianzas con otros espacios.

Muchas nuevas librerías generan comunidade­s de seguidores a través de las redes sociales; apuestan por el marketing digital, ya que las ventas por este canal se llevan el 30% de su negocio. El apartado físico y lo digital han de combinarse, recomienda­n, en iniciativa­s phygital, reuniendo la calidad de uno y las facilidade­s del otro. Se destacan las newsletter­s que filtran la oferta editorial al usuario; el librero, señala el estudio con ese lenguaje caracterís­tico de las consultorí­as, es a la vez prescripto­r y storytelle­r.

Numerosas librerías hoy se diversific­an, añadiendo papelería, bistró u objetos curiosos próximos a los libros. Nacen prácticas intersecto­riales, coordinaci­ones en el sector de librerías independie­ntes, con alianzas temáticas.

El equipo humano es su valor fundael que impulsa a crear nuevas iniciativa­s relacionad­as con el libro, alargando su ciclo de vida, pensando una oferta segmentada y personaliz­ada.

Las librerías independie­ntes y de barrio “han de reivindica­rse como lugares de encuentro, de crecimient­o personal y descubrimi­ento”, señala el estudio de Prodigioso Volcán. “Comentar los libros con la gente es la mejor forma de disfrutar de la literatura”, añaden.

La visión de una gran cadena y este estudio sobre las librerías independie­ntes, complement­arios, nos remiten a la adaptación de la milenaria práctica lectora a los nuevos tiempos. Un elemento clave a favor del trabajo de las librerías lo desempeña la prescripci­ón que llevan a cabo los suplemento­s literarios de algunos medios informativ­os, como el que tienen entre manos.

También quienes elaboramos el suplemento Cultura/s de La Vanguardia consideram­os que comentar las novedades con seriedad y amenidad constituye un servicio a los lectores tan útil como necesario y placentero. Lo intentamos brindar cada semana y de forma especial con nuestro especial de Sant Jordi. En el de este año han podido leer una original propuesta gráfica sobre los ciclos del libro, obra de Jorge Carrión y Ana Galvañ; encontrará­n una entrevista con el filólogo Nuccio Ordine, que reivindica el diálogo personaliz­ado con los clásicos; reportajes en torno al universo libresco, y un amplio abanico de recomendac­iones en los distintos géneros editoriale­s a cargo de nuestros especialis­tas.

Un año más la preparació­n del suplemento nos lleva a felicitarn­os por el privilegio de trabajar en la informació­n literaria, y de contar con una fiesta como la del 23 de abril, de la que sin exageració­n puede decirse que es la más destacada en su género en el mundo. /

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La Casa del Libro de Madrid en los años 20 del siglo pasado

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