Perseguir la vida
Criado en un ambiente rural, el filósofo Ferran Sáez Mateu evoca el Segrià de los años setenta y reflexiona también sobre la música, las etimologías o la literatura
Acaçar es un verbo catalán que significa ‘perseguir’. Hacer lo propio con la niebla es como decir que alguien anda en pos de una quimera; que se ocupa en algo que, en realidad, solo puede excitar el pensamiento y el corazón de un hombre, no de ningún otro animal. Es un hermoso título, que parte de un recuerdo de infancia del autor y que, en su sugerente ambigüedad, describe muy bien la sustancia de un libro que no deberían perderse los amantes de la filosofía, de la música o de la literatura. “Una de las escasas responsabilidades de un escritor es dignificar cosas mediante la palabra, rehacerlas, modularlas, reubicarlas, sublimarlas”.
Ferran Saéz Mateu (la Granja d’Escarp, 1964) ejercita la mirada moral, que opone a una mirada moralizante, ideológica. La primera “incorpora matices”; la segunda “simplifica agradablemente, narcóticamente, la realidad”. Volvamos al verbo del título: “Perseguir la niebla es una forma casi física de preguntar, de inquirir”. Y el pensador ha tenido, desde pequeño, el prurito de hacerse preguntas. Criado en un ambiente rural, para él, como para sus paisanos, la rueda de las cuatro estaciones cobra pleno sentido: “Cuando niños [...], vivíamos los ciclos estacionales —ahora solo los presenciamos, y gracias”. Alternan con el relato — magnífico, irónico y penetrante— unos breves diálogos en que un interlocutor un tanto quisquilloso —suerte de Pepito Grillo del autor— pregunta o exige todo tipo de aclaraciones al narrador.
La parte central del libro, espléndida, está dedicada a la música. Pero la reflexión abarca muchos otros asuntos. Verbigracia, las etimologías, el estilo literalos rio: “Salvo el estilo, todo es mentira”. Los descubrimientos y las verdades, que no son exactamente lo mismo. La economía del terruño, y la manera en que transforma la mentalidad de los lugareños: “En cuestión de un siglo se pasó de la fiebre
⁄El autor no escatima algunas críticas severas a la prisión burocrática en que se ha convertido la universidad
oscura y polvorienta del lignito a la fiebre verde de la pera limonera”. Las macrodiscotecasenelSegriàdelossetenta...No escatima algunas críticas severas a la prisión burocrática en que se ha convertido la universidad.
Unaobramuypoderosa.