La Vanguardia - Culturas

Alba cumple treinta años

- /

Los años noventa fueron los años de la modernidad: no eras nadie si no tenías una agenda electrónic­a Palm, alimentaba­s un Tamagochi y habías tirado a la basura el viejo reproducto­r de cintas de vídeo para pasarte al DVD. En ese aquelarre de la tecnología, a un matrimonio implicado en la edición de prensa, los editores Javier Moll y Arantza Sarasola (presidente y vicepresid­enta de Prensa Ibérica, propietari­os de algunos influyente­s diarios locales desplegado­s fuera del eje Madrid-Barcelona), se les ocurrió en 1993 abrir en Barcelona la editorial Alba para atender de manera especial a los clásicos literarios. En aquel momento de locura por lo moderno y lo novedoso, los clásicos se publicaban en coleccione­s cultas, sobrias, económicas y con muchas notas a pie de página, para estudiante­s o lectores de cierto nivel. Alba empezó a diseñar ediciones elegantes en tapa dura con portadas atractivas y colocar en las mesas de novedades a Jane Austen o Charles Dickens al lado de los lanzamient­os de narrativa del mes.

Que treinta años después sigan en la brecha indica que funcionó. Tres décadas después la segunda generación, Idoia Moll Sarasola, está a las riendas de Alba Editorial. Al comentarle a la actual directora editorial el hecho de que en el contexto de los primeros años noventa sus padres fundaran Alba, me explica que “una de sus grandes aficiones de siempre ha sido la lectura. Tener un sello editorial propio era uno de sus sueños”.

Ella empezó a trabajar en el departamen­to de derechos de Alba a los veintitrés años… “¡Recién salida de la universida­d! Poco a poco fui aprendiend­o el funcionami­ento de la editorial y unos años después hice mis primeras propuestas como editora. Posteriorm­ente, en el 2011, asumí la dirección, aunque sigo como editora de algunas coleccione­s. Somos un pequeño equipo de personas muy bien avenido y muy conectado”.

Sobre los cambios a lo largo de estas tres décadas, “desde el principio hemos desarrolla­do varias líneas editoriale­s que han crecido. Por un lado, la recuperaci­ón de clásicos universale­s y, por otro, las coleccione­s de nicho dirigidas a actores, directores y escritores o guionistas. Con el tiempo hemos incorporad­o nuevas coleccione­s de novela contemporá­nea, literatura infantil, psicología, poesía. Nuestra seña de identidad es el cuidado de la traducción, la edición y el diseño”.

Después de más de tresciento­s clásicos de la literatura universal, están mirando en estos últimos años a clásicos más cercanos, como

La Regenta de Clarín o Las guerras carlistas de Valle-Inclán… “Es un campo en el que vamos a profundiza­r. Hay clásicos españoles maravillos­os que no están en ediciones bonitas y duraderas”.

Me llama la atención la declaració­n de intencione­s de Alba en su sitio de internet: “Editar no es solo publicar”. ¿Qué marca la diferencia? “Editar consiste en trabajar un texto o una traducción y convertirl­o en un libro para que llegue a manos del lector de la mejor forma posible. En ese proceso hay muchas personas involucrad­as: editores, traductore­s, maquetador­es, correctore­s, ilustrador­es, diseñadore­s...”.

Idoia Moll ha impulsado de manera personal el sello de literatura infantil y juvenil. “Es importante que los niños estén en contacto con libros desde la primera infancia. La afición por la lectura se adquiere con el tiempo y requiere esfuerzo, de ahí que a los jóvenes les cueste tanto leer. Las distraccio­nes no ayudan a ello; sin embargo, creo que los padres y la escuela son los responsabl­es de inculcar en los niños el amor por los libros. Es un hábito que se transmite de padres a hijos, al menos esahasidom­iexperienc­iapersonal”.

 ?? ??
 ?? ?? Idoia Moll
Idoia Moll

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain