Redefinir el sur
El sur global pone en tela de juicio la hegemonía occidental mientras busca formas de colaboración entre los diferentes países; análisis de estos cambios
Los países del sur global son los protagonistas del último número de Vanguardia Dossier. El término se refiere a los países que fueron clasificados como el tercer mundo y que, según el periodista Mariano Aguirre, “viven el impacto de haber sido colonias”: Latinoamérica, África, Oriente Medio y Asia.
Los estados emergentes con mayor potencial económico, conocidos como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), cuestionaron hace dos décadas las reglas impuestas por Washington y sus aliados. Muchas potencias del sur global sienten hoy rechazo por la hegemonía estadounidense y por “un orden internacional cada vez más disfuncional”, explica el abogado Jorge Heine.
Según el investigador Richard Gowan, “los países occidentales no han cumplido sus promesas de ayudar al mundo en desarrollo a salir de la pobreza” y la guerra de Ucrania ha exacerbado el escepticismo para con la moral occidental. El empresario Chandram Nair señala que la invasión rusa “no es el acontecimiento global más catastrófico desde la Segunda Guerra Mundial”; los crímenes en Irak, Afganistán y Palestina no provocaron la misma indignación que la guerra de Ucrania, lo que demuestra una vez más para estos países el egocentrismo de Occidente.
El sur global engloba 25 países, desde la vasta India hasta el pequeño Qatar, y colectivamente son muy poderosos. La investigadora Mira Milosevich los describe como “pragmáticos y oportunistas” y reacios a “mantener alianzas firmes y duraderas, sino minilateralismos (...) en lugar de jugar su suerte en un solo bloque”.
Tras la muerte de Mao, la prioridad de China ha sido la modernización económica. Según el experto Xulio Ríos, China se define a sí misma como el país en desarrollo más grande del mundo, lo que “le ha permitido establecer fuertes vínculos económicos y políticos con gobiernos (...) del sur global”, donde podrá encontrar fuertes aliados.
En Oriente Medio, Estados Unidos continúa siendo el garante de la estabilidad regional y “un socio clave también en el terreno económico”, junto con Europa, explica el analista Mouin Rabbani. Sin embargo, sus relaciones con Rusia y China siguen fortaleciéndose.
Los líderes africanos son conscientes de su impacto en el sistema global. El investigador Gustavo de Carvalho defiende la necesidad del continente de forjar “un frente unificado en el ámbito internacional para negociar con una posición de mayor fortaleza y equidad”.
Por su parte, Turquía lleva años estableciendo lazos comerciales con el sur, lo que podría contribuir a resolver sus problemas económicos. De acuerdo con la investigadora Pinar Tank, “el compromiso con el sur global tiene el beneficio añadido de elevar la posición de Turquía en el mundo”.
En cuanto a América Latina, la historiadora Monica Hirst y el profesor Juan Gabriel Tokatlian subrayan la necesidad de que el territorio se libere de la dependencia de China y Estados Unidos y
⁄ El sur global engloba 25 países, desde la vasta India hasta el pequeño Qatar, y colectivamente son muy poderosos
⁄ El multilateralismo proporciona un espacio para el esfuerzo colectivo con retos comunes y en un terreno equilibrado
apueste por otro tipo de alianzas.
Para terminar, y según el profesor Tim Murithi, “existen focos de resistencia y focos de solidaridad y cooperación económica entre los agentes del sur global”. El multilateralismo proporciona un espacio para el esfuerzo colectivo con retos comunes y en un terreno equilibrado, y todo indica que el sur global dejará de ser un espectador pasivo ante las aspiracioneshegemónicasdeWashington.