“A través de la ficción damos sentido al mundo”
Sucede pocas veces de que una obra europea escrita hace cinco años suba al escenario de la Sala Gran del TNC, como será el caso de Els Watson, una pieza de la dramaturga británica Laura Wade que intenta cerrar la novela homónima que Jane Austen solo empezó en 1803.
Wade ganó un Olivier gracias a Home, I’m Darling , y The Watsons le valió la aclamación del público y de la crítica. En el TNC, en febrero, la dirige Josep Maria Mestres.
¿Por qué decidió continuar la novela inacabada de Jane Austen?
En parte porque estaba trabajando con un productor teatral que quería montar un espectáculo de Jane Austen. Pero lo que no quería hacer era otra nueva versión de uno de sus libros y encontré este fragmento inacabado. Me interesaba la manera cómo disponía a los personajes, que son muy típicos suyos, pero lo que realmente quería saber era por qué paró.
¿Era muy joven, entonces?
Fue en medio de su vida [Austen murió a los 41 años], en una época muy infeliz para ella... Creo que la dejó porque no veía un buen final para su heroína. Es un territorio muy interesante y, cuando convencí al productor de que era una buena idea que yo explicara qué pasa cuando el material escrito se acaba, qué les pasa a los personajes, me puse a trabajar.
¿También introduce el tiempo real de la escritura en la obra, verdad?
Totalmente. Quería jugar con los límites. Lo más fantástico del teatro es que el público ve lo que hay en el escenario y se tiene que imaginar el resto de cosas que pasan en el universo. Laura se deja caer en la obra, pero sigue viviendo fuera, con los hijos, su compañero y el productor que le llama para saber si ha acabado la obra...
¿Por qué se mete dentro de la obra?
En una primera versión, no salía del todo, era como una especie de estruendo que indicaba que Jane Austen se había marchado. Necesitaba un antagonista, alguien contra quien rebelarse. Me resistía, porque lo encontraba arrogante. Cuando entro, nada va bien y es una oportunidad para que aparezca el humor.
¿Ceee que todavía es importante la ficción?
Mucho. A través de la ficción damos sentido al mundo, es la manera en que nos acercamos más a la verdad. El mundo real es muy complicado y las cosas pueden ser verdad sin ser precisas, que es lo que pasa con el teatro. El teatro es un arte que puede ofrecer una visión más amplia que un documental, el periodismo, que tratan con el ahora. Como dramaturgo puedes crear un trozo de vida que sea reflectante.
¿Qué importancia tiene la tradición?
Es muy importante incluso si vas en contra. Es como los personajes de la obra, que necesitan una cosa contra la que luchar. Incluso si no intentas crear una cosa que sea totalmente nueva, es totalmente nueva en conversación con lo que ha pasado antes. Los mejores dramaturgos intentan ser uno de estos. Aunque su escritura no tenga nada que ver con Chéjov, conocen a Chéjov.
¿Es abrumadora la presencia de Shakespeare para un dramaturgo británico actual?
No puedes dejar que te abrume porque si no, no harías nada. Creo que su obra es tan extraordinaria, tan fundamental, tan rica en el detalle, que lo tienes que tratar como un regalo. Todo pasa por inspirarse. Mucho de lo que se escribe hoy en día lo inventó él.
¿Le gusta estrenar en el Teatre Nacional de Catalunya?
Estoy muy emocionada. Es muy interesante ver una obra mía en una lengua diferente y la idea de que tu obra pueda viajar sin ti es muy excitante... En la comunidad artística británica nos encanta seguir formando parte de Europa, a pesar de las apariencias.