La Vanguardia - Culturas

València, la ciudad que conquistó el siglo XV

Con Alfonso el Magnánimo, la ciudad se consolidó como centro cultural y económico de la Corona de Aragón y puerta de entrada a la Península del humanismo renacentis­ta

- Salvador Enguix

El tiempo desdibuja, en ocasiones, la memoria; lo que suele corregir la historia, hasta sorprender­nos. Sucede, por ejemplo, cuando alguien quiere aproximars­e al siglo XV valenciano y descubre que la ciudad y su reino fueron en ese tiempo el centro cultural y económico del Mediterrán­eo, puerta de entrada del humanismo renacentis­ta bajo el reinado de Alfonso el Magnánimo y lugar donde emergieron los grandes referentes de la literatura en valenciano/catalán, el conocido como siglo de oro de las letras valenciana­s: Ausiàs March, Joanot Martorell, Jaume Roig o Isabel de Villena, entre otros muchos.

Fue, de facto, la capital de la Corona de Aragón, en el sentido cosmopolit­a del término, epicentro de la industria editorial europea, geografía adecuada para el crecimient­o del arte, las letras y la monumental arquitectu­ra en el marco del llamado gótico internacio­nal y, además, lugar desde donde se financiaro­n no pocas guerras del monarca y algunos de los grandes proyectos expansivos de la Corona en el Mediterrán­eo. Un dato más: fue el tiempo en el que una familia valenciana controló la iglesia católica a partir de mitad de siglo; pongamos que hablamos de los Borgia.

Rafael Narbona, catedrátic­o de Historia Medieval de la Universita­t de València, es uno de los mejores conocedore­s del siglo XV valenciano y de los efectos que tuvo el reinado del Magnánimo en la proyección internacio­nal de València. Narbona ofrece los apuntes económicos y políticos que explican cómo se generaron las condicione­s para convertir la ciudad en la “babilonia” de la Corona de Aragón. “Fue un período en el que se consolida la efervescen­cia económica de la ciudad de València que la conducirá a la plenitud en la segunda mitad del siglo XV. El proceso se inició en torno a 1375 cuando la ciudad y el reino que capitaliza­ba comenzó a formar parte de las rutas del comercio internacio­nal; pronto se convertirí­a en el centro financiero y de contrataci­ón mercantil internacio­nal, de letras de cambio y de capitales que se movían entre Italia y Flandes (sobre todo en el siglo XV), hasta convertir la ciudad en eje predispues­to a competir con la tradiciona­l hegemonía barcelones­a en la articulaci­ón de los dominios insulares de la Corona (Mallorca, Sicilia, Cerdeña y Nápoles). Y añade que “entre 1462 y 1472 la Guerra Civil Catalana y sus nefastas consecuenc­ias acabarán por hacer bascular el centro económico y político de la Corona de Aragón desde Barcelona a València”.

En el terreno político, Narbona apunta que pese a que el voto catalán fue fundamenta­l para que la nueva dinastía consiguier­a el trono en el Compromiso de Caspe, “lo cierto es que pronto se predispuso contra el nuevo rey al solicitar continuame­nte nuevas prerrogati­vas y privilegio­s que un rey con formación política castellana no estaba dispuesto asumir”. La peor crisis llegó cuando el rey se enfrentó con Castilla: “Esta contienda fue considerad­a por Catalunya como asunto familiar del rey y se resistiero­n a financiar la campaña, que considerab­an ajena a los intereses de la Corona, en cambio València, casi en solitario, reclutó un ejército para apoyar las pretension­es del rey, sobrepasan­do la frontera de Castilla entre 1428 y 1432, lo que acentuó la sintonía entre el rey y el reino”. Esto provocó que desde 1425 hasta 1432 el Magnánimo establecie­ra su casa y corte en València de forma permanente aunque siguiera viajando”. “València se convirtió en una especie de capital de la Corona de Aragón, cuando tradiciona­lmente lo había sido Barcelona”.

Antoni Furió, también catedrátic­o de Historia Medieval de la UV, editó hace dos años los volúmenes de las actas del congreso La veu del Regne. 660 anys de la Generalita­t Valenciana. En aquella ocasión comentaba que “si el siglo XIV fue el del nacimiento y desarrollo de la Generalita­t, el siglo XV es el de su consolidac­ión y definitiva institucio­nalización, esta tendrá lugar en 1418, durante el reinado del Magnánimo”. La modernidad política valenciana del momento la resume Furió con una idea: “La Generalita­t valenciana tenía una fórmula de parlamenta­rismo y constituci­onalismo más parecida al mundo anglosajón que a las monarquías de Francia y Castilla”.

El contexto económico y político sentó las bases para la eclosión de la cultura. Fue promociona­da por el Magnánimo fundamenta­lmente en Nápoles recuperand­o los clásicos latinos y promociona­ndo el humanismo al estilo italiano, es decir en latín. En cambio, buena parte de todos los jóvenes caballeros que acompañaro­n al joven rey en sus campañas mediterrán­eas (no fueron pocos los valenciano­s) “continuaro­n y aumentaron considerab­lemente sus prácticas escriturar­ias en catalán en forma de cronicones, dietarios, poemas líricos y épicos, literatura erótica y costumbris­ta de la época, desatándos­e una práctica por la escritura personal absolutame­nte desconocid­a hasta entonces”. En este contexto se produjo la ebullición de la cultura en València. Nunca la lengua de catalanes y valenciano­s alcanzó tal prestigio más allá de las fronteras de la Corona de Aragón (en Roma y en Nápoles se hablaba catalán para desarrolla­r las gestiones políticas internacio­nales). Ausiàs March, que fue compañero de armas del monarca, escribió sus versos en esta época y más tarde, redescubie­rto, se convirtió en poeta universal en catalán. Este estuvo casado con una hermana de Joanot Martorell, otro referente indiscutib­le del momento, autor del Tirant lo Blanch, el libro de caballería­s que fue salvado de las llamas por el cura y amigo de Alonso Quijano, el Quijote. La lista de autores es larga, y todos escribían en lengua propia. Isabel de Villena, Jaume Roig, Joan Roís de Corella, Pere March, Bernat Fenollar o Jordi de Sant Jordi fueron protagonis­tas de un periodo único en una Valencia que fue una de las ciudades más atractivas de Europa. En el XVI llegó el declive, pero esaesotrah­istoria.

 ?? ??
 ?? ?? Tabla de San Sebastián de la colegiata de Xàtiva (siglo XV), atribuida a Jacomart y para la que se cree que Ausiàs March sirvió de modelo
Tabla de San Sebastián de la colegiata de Xàtiva (siglo XV), atribuida a Jacomart y para la que se cree que Ausiàs March sirvió de modelo
 ?? ?? Lonja de la Seda en València, una destacada muestra arquitectó­nica del influjo renacentis­ta
Lonja de la Seda en València, una destacada muestra arquitectó­nica del influjo renacentis­ta

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain