La Vanguardia - Culturas

Esperanza entre guerras

Tras la Primera Guerra Mundial, María Iordanidu volvió a Constantin­opla para volver a abrirse camino en Alejandría, y más tarde en Atenas

- INÉS PICH-AGUILERA /

Como pájaros atolondrad­os cierra el ciclo autobiográ­fico de María Iordanidu (Constantin­opla, 1897-Atenas, 1989), cuya vida podemos leer en sus tres libros que funcionan como una especie de trilogía. Tras el éxito literario de Loxandra, donde escribió sobre las costumbres de los griegos en Constantin­opla y sus recuerdos anteriores a la Primera Guerra Mundial, publicó Vacaciones en el Cáucaso (Acantilado) sobre su periplo en la Rusia comunista. La última novela –y la que nos ocupa hoy– narra el retorno de Ana (quien es también ella misma) a la Constantin­opla de entreguerr­as, para luego partir hacia Alejandría y Atenas.

El libro está dividido en tres partes, lo que nos permite adentrarno­s en el territorio a nuestro ritmo. Al inicio, la protagonis­ta trata de aclimatars­e a la Constantin­opla que abandonó, al mismo tiempo que se esfuerza por desprender­se de los vicios culturales que adquirió en la Rusia comunista. La guerra ha saqueado el espíritu de su antiguo hogar, ahora repleto de refugiados, en su mayoría rusos: “como pájaros atolondrad­os han dejado a la gente los malditos”, lamenta su madre. Mientras esta última representa el mundo de ayer, la hija encarna el mundo actual; es un pájaro atolondrad­o por la guerra, en constante búsqueda de afecto, nuevos círculos y oportunida­des. Ana ve claro que no pueden quedarse en Constantin­opla.

Hacia el año 1920, madre e hija se mudan a Alejandría, “una ciudad dividida en dos: el paraíso y el infierno”, cuya faceta más cosmopolit­a convive con la tragedia de los barrios árabes. Entre la multitud y los contrastes, ambas mujeres tratan de hacerse un lugar en la ciudad. A pesar del dolor y la tragedia, Iordanidu nos regala en esta parte algunas de las escenas más divertidas de la novela. El matrimonio de Ana con un comunista y su cercanía con el Partido Comunista Egipcio contribuye­n a la fotografía de la época. La protagonis­ta simpatizar­á con los ideales comunistas y ayudará a las huelgas de la época, aunque nunca se afiliará al partido.

De Alejandría se mudarán a Atenas, con sus calles de mármol, cárceles y barrios de refugiados. En esta ciudad marcada por la ocupación alemana, ambas tendrán una vida más pobre y Ana se convertirá en una mujer sin identidad.

La combinació­n entre tragedia y sentido del humor y la complejida­d animada de sus personajes, nos muestran una Iordanidu esperanzad­a, con un sentido del humor que parece admirable si tenemos en cuenta que todos los lugares que habitó estuvieron­plagadosde­guerra.

 ?? ?? María Iordanidu Como pájaros atolondrad­os Traducc ó de Selma A c ra Aca t lad
192 pág as 16 eur s
María Iordanidu Como pájaros atolondrad­os Traducc ó de Selma A c ra Aca t lad 192 pág as 16 eur s

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain