La Vanguardia - Culturas

Defíname “divorciada”

Ursula Parrott obtuvo un éxito fenomenal con su novela, que la sitúa al nivel lapidario de Nora Ephron o Dorothy Parker

-

Isabel Gómez Melenchón

“Las divorciada­s, las que son jóvenes y guapas como nosotras, ilustran cómo esta libertad para las mujeres resultó ser el mayor regalo que Dios les hizo a los hombres”. Esta es una de las definicion­es que Lucía ofrece sobre ser una “divorciada”, pero si no les gusta, tiene otras, en realidad tiene dos páginas llenas: “Una divorciada, una ex, es una mujer que tiene tortícolis de tanto mirar hacia atrás por encima del hombro hacia su matrimonio”.

La divorciada. Con este título Ursula Parrott (1899-1957) obtuvo un éxito fenomenal en Estados Unidos en 1929; autora de frases para enmarcar, Parrott debería situarse en los altares de la literatura lapidaria a la altura de Dorothy Parker o Nora Ephron, sin embargo, hasta que en los últimos años ha empezado una necesaria recuperaci­ón (Gatopardo la publica por primera vez en España), su obra ha permanecid­o casi desconocid­a para una generación de lectores que podrían beneficiar­se 1. del placer de leerla y 2. la sabiduría que desprende. Porque Ursula Parrott fue una divorciada ella misma (en cuatro ocasiones) y una fina analista de lo que la sociedad demandaba de una mujer independie­nte. Una nueva categoría con la que no sabían bien qué hacer.

“Una divorciada es una mujer que en las fiestas parlotea sobre los placeres de ser independie­nte cuando está sobria, y con una copa de más, se lanza a hablar de las virtudes o vilezas del marido que la ha dejado”. Lucía intenta explicarle su nueva situación a Patricia, la joven protagonis­ta de La divorciada, abandonada por su marido periodista, tras comprobar que aquello de las relaciones sinceras en las que todo se explica funciona hasta que uno de los dos, generalmen­te el marido, deja de creer en ello.

Patricia se convierte en una divorciada, lo que se traducía en aquellos años y en muchos más después en alguien disponible. “Todos quieren acostarse con nosotras , apenas han llegado a cenar cuando ya andan tramando cómo quedarse a desayunar”, se lamenta Patricia. Lucía, su compañera de piso y ex esposa con más experienci­a, ya tiene otra percepción: “y eso tampoco importa gran cosa”. En su momento, la novela resultó escandalos­a por la libertad con la que planteaba las relaciones sexuales –“la castidad, en realidad, desapareci­ó cuando llegaron los anticoncep­tivos”–, el aborto... Menos provocador pareció en cambio que también apareciera­n los malos tratos y abusos.

El Nueva York del jazz y los cócteles, de la ropa estilosa y los restaurant­es acoge Patricia y Lucía, que se ganan la vida escribiend­o anuncios y artículos en revistas femeninas. Su día a día está guiado por una agenda similar a la que tendrían hoy: trabajo, gimnasio, salidas, libertad, que tiene un coste. También, madurez y crecimient­o. Y la amistad con otras mujeres.

Ursula Parrott estuvo rodeada de periodista­s toda su vida, sin embargo, cuando murió a los 58 años, no se publicó ni un solo obituario. Su primer marido, el que inspiraría esta La divorciada, era efectivame­nte periodista, de The New York Times, algo que explicaría porqué la prensa, corporativ­ista y masculina, no fue precisamen­te generosa con Parrott, y sólo habló de ella obligada por el éxito que obtuvo con sus novelas, guiones de cine y artículos en revistas.

Cuando falleció su ex, el periodista Lindesay Marc Parrott, sí apareció una brevereseñ­aensudiari­o. /

 ?? ?? Ursula Parrott La divorciada Traducción de Patricia Antón Gatopardo 304 páginas 21,95 euros
Ursula Parrott La divorciada Traducción de Patricia Antón Gatopardo 304 páginas 21,95 euros

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain