Camilla Hamm y el bazar de las maravillas
Anticuaria, galerista, interiorista, ha vivido la transformación de Catalunya desde sus establecimientos; lo narra en varios libros
Con el tiempo, ha descubierto que lo que más disfruta de la vida es el momento de tener a personas queridas y predispuestas al diálogo alrededor de una mesa en la que ella deposita manjares diseñados como si se tratase de obras de arte. Ya desde su infancia, lo que más fascinaba a la anticuaria, galerista e interiorista Camilla Hamm (Colonia, 1946) era buscar objetos, flores, hierbas y piedras para colocarlas sobre un tablón y ofrecerlas como tesoros. Su vocación de tendera la llevó a realizar estudios de librera, carrera que no pudo ejercer al instalarse en España en 1966, acompañando a su marido, también alemán, empleado en una multinacional.
Decidió quedarse en una ciudad que no se lo puso fácil, como escribió en sus memorias Trastos, arte y diseño (Stonberg Editorial): “Barcelona era un lugar entristecido, una ciudad portuaria poco conocida en el mundo, pero atractiva y bien considerada por la bohème y por los marinos de la Sexta Flota Americana, que se divertían en las callejuelas sin sol estrechas y malsanas, donde reinaban la pobreza y la prostitución”. Sus dos hijas, Charlotte y Clea, nacieron y crecieron entre Barcelona y Peratallada, y aunque considera que “alfinal,encasodeconflicto,lagentenacida aquí siempre te acaba viendo como una extranjera”, se muestra orgullosa de haber asistido al desarrollo cultural de la sociedad barcelonesa y catalana.
El espíritu inquieto que le empujó a superar episodios complicados como una relación distante con la madre o el sentimiento de soledad de varios años en un internado católico cerca del Rin, agudizaron su mirada para detectar el interés de objetos que otros descartaban. Así fundó su primera tienda de antigüedades, Can Pere Hi Era, en Peratallada, cuando el pueblo apenas llamaba la atención y muchas de sus casas empezaban a ser espejismos y ruinas. La regentó entre 1975 y 1985. Las experiencias vividas en el pueblo ampurdanés las recoge en su última publicación: Con las puertas abiertas. Una casa, un pueblo… Peratallada (SD Edicions).
En su escritura recrea el estupor de los habitantes de una Catalunya rural y aletargada por la dictadura ante las excentricidades de una alemana que aprendió a manejarse entre comerciantes –algunos con pocos escrúpulos– del Mercat dels Encants. Tampoco le amedrantaba ir sola a los lugares donde intuía que se gestaban acontecimientos importantes, como los Encuentros de Pamplona en 1972, o al Museo de Arte Abstracto de Cuenca, donde comenzó su colección de arte con una obra gráfica de Manolo Millares. Interesada
por la arquitectura y el diseño internacionales, fue pionera en la importación de propuestas como la producción del diseñador Piero Fornasetti, que inauguró su tienda en la calle Rosselló, especializada en art noveau, art decó y arte y diseño de los 50. Entonces ya había acabado sus estudios en EINA –animada por Francesc Artigau– y pronto destacó como interiorista. Simultánea a la transformación que conoció Barcelona a principios de los 90, Hamm inauguraba un local y una etapa: la creación de la galería Aspectos, en el Born, sobre la que escribe: “Fantasía, originalidad, sensibilidad y cierto sentido del humor caracterizaron el entonces apreciado Lifestile, y yo quería mostrar en Aspectos un amplio abanico de todas estas ideas”.
Ha colaborado, coleccionado, expuesto o compartido amistad con muchos de los nombres más destacados del diseño y el arte catalanes. En sus recuerdos aparecen unos jovencísimos y desconocidos Pepe Rubianes y Jaume Plensa, así como, ya más consolidados, Perico Pastor, Xavier Serra de Rivera, Robert Llimós, Manuel Vázquez Montalbán, Antoni Miralda o el director de Vinçon a quien tanto admiró, Ferran Amat. Veinte años después de cerrar la galería, satisfecha de lo vivido y lo logrado, el mundo del arte y el diseño le parecen adormilados y aletargados. Pero nunca le faltan la agitación y los estímulos de la buena conversación, comolaqueproponeensuslibros.