El peso internacional como moneda de reserva
Cuando en 1999 se puso en marcha el euro financiero, la moneda única tenía un peso del 17,9% como divisa de reserva en los distintos países del mundo. Obviamente, este peso provenía de su ascendente directo, el marco alemán, que el año anterior suponía un 13,8%. Los últimos datos de que se dispone, a mediados del 2011, este peso ha aumentado hasta el 26,7%, algo por debajo del máximo alcanzado en el año 2009, en que fue del 27,6%. Lo que ha ganado el euro ha ido en detrimento del dólar de Estados Unidos. En este lapso de tiempo, el billete verde ha pasado de suponer el 70,9% al 60,2%, nada menos que 10 puntos porcentuales de baja. A destacar asimismo, la rúbrica de “otros”, que ha pasado del 1,6% al 4,9%, en la que sin duda alguna el yuan tiene algo que decir.
Hace un tiempo, diversos países y la propia ONU se destaparon pidiendo una nueva moneda mundial para sustituir al todopoderoso dólar. Especial virulencia tuvieron los ataques chinos cuando este año se puso en cuestión la calificación de la deuda norte- americana. No en vano es el principal tenedor mundial de dicha deuda, lo que le dio alas para pedir que se elija otra moneda “estable y segura”. Ya en un movido G-8 del 2009 la propia China, arropada por Rusia, Brasil e India abogaron por una moneda supranacional en sustitución del dólar. El gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, señaló directa- mente que los Derechos Especiales de Giro del FMI “tienen el potencial para actuar como divisa de reserva supranacional”. En definitiva, lo que se pide es la creación de una superdivisa. La ONU también ha propuesto reformar el sistema monetario internacional para sustituir la hegemonía del dólar... Mientras, en los últimos años, el euro ha ido ganando terreno.