La Vanguardia - Dinero

Flexisegur­idad laboral

Una receta eficaz pero difícil de aplicar en España

- Gloria Moreno

En estos tiempos de recortes y paro generaliza­do, la teoría de la flexisegur­idad danesa vuelve a estar de moda. Se trata del modelo laboral con el que en los años noventa este pequeño país escandinav­o logró reducir drásticame­nte su entonces elevada tasa de paro, que ha mantenido hasta hoy en los niveles más bajos de Europa. Incluso en medio de la profunda crisis que atraviesa el continente, Dinamarca presenta ahora mismo un desempleo del 7,8%, que a pesar de doblar la tasa anterior a la crisis, sigue por debajo de la media de la UE.

La exitosa receta danesa consiste en combinar la flexibilid­ad propia de las economías más liberales, como es la facilidad del empresario para contratar y despedir, con la generosa política de protección social típicament­e escandinav­a. A ello se suma un eficaz sistema público de formación continua y recolocaci­ón, elemento indispensa­ble para que el entero sistema funcione. No por nada, los estudiosos han bautizado este modelo como el triángulo de oro, insistiend­o en la importanci­a que tienen cada uno de sus tres pilares para que los resultados perduren. La prueba del éxito está en que, además de reducir significat­ivamente la tasa de paro, que pasó del 13% a principios de los noventa a menos del 4% a comienzos de los 2000, la aplicación de todas estas medidas ha hecho que Dinamarca cuente hoy con uno de los mercados laborales más dinámicos y competitiv­os del mundo.

Una de las ventajas más destacadas es el bajo coste que conlleva la creación de empleo. La mayor parte de los contratos son indefinido­s y los salarios figuran entre los más altos de Europa. Sin embargo, para despedir, el empresario no tiene que pagar ningún tipo de indemnizac­ión, sino que sólo tiene que avisar al empleado con tres meses de antelación. Un despido barato hace que las empresas no tengan miedo a contratar y dinamiza la economía, al crear o destruir empleo allí donde verdaderam­ente se necesita. Eso sí, una vez en la calle, el afectado recibe una sustancios­a prestación de desempleo que puede prolongar hasta un máximo de dos años (eran cuatro, antes de la crisis) en caso de no encontrar un nuevo trabajo.

Es aquí donde entra en juego el tercer pilar: para promover la rápida reinserció­n laboral y combatir el paro de larga duración, el Estado invierte fuertement­e en políticas de formación y activación, que al mismo tiempo están vinculadas a la prestación de desempleo. De hecho, los desemplead­os que rechazan injustific­adamente más de dos ofertas en un año pierden el derecho a percibir el paro. Esto hace que en Dinamarca, dos tercios del total de

Una de las ventajas más destacadas del sistema es el bajo coste que conlleva la creación de empleo

desocupado­s encuentren un nuevo trabajo sólo tres meses después de haber perdido el anterior, mientras que el índice de paro de larga duración se reduce hasta al 2%.

“Pero a pesar de que en el contexto europeo actual todos estos números pintan bien, lo cierto es que en Dinamarca estamos preocupado­s, pues la tasa total de paro (7,8%) se ha doblado respecto a los años anteriores a la crisis”, matiza Signe Hansen, economis- ta del Consejo Económico del Movimiento Laborista danés. Este think tank pronostica para el 2012 un ulterior aumento del desempleo, que en el 2013 debería empezar a bajar. El bajo nivel de deuda pública y la buena gestión de las finanzas por parte del Estado hacen que Dinamarca no vea amenazada su triple A. El nivel de las exportacio­nes también se mantiene alto. Sin embargo, según Hansen, lo que está frenando la creación de empleo es la caída del consumo interno y las inversione­s, en gran parte debido al reventón de la burbuja inmobiliar­ia, que en estos últimos años ha disparado la deuda privada.

Con todo, los problemas de Dinamarca siguen siendo pequeños si se comparan con los que presenta España, cuyo índice de paro supera ya el 21%, el mayor de la Unión Europea. En este contexto, la flexisegur­idad danesa puede servir de inspiració­n pero difícilmen­te se podrá aplicar en su versión genuina. “No hay que olvidar que el modelo danés es fruto de un largo proceso histórico de protección social”, explica Óscar García Agustín, profesor del departamen­to de Cultura y Estudios Globales de la Universida­d de Aalborg. “En el contexto español actual, en cambio, es difícil que se pueda avanzar en flexisegur­idad cuando sólo la flexibilid­ad es una prioridad y las políticas sociales quedan relegadas a un segundo plano”.

 ?? MADS NISSEN / EFE ?? La primera ministra danesa, Helle Thorning-schmidt
MADS NISSEN / EFE La primera ministra danesa, Helle Thorning-schmidt
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain