A la cabeza de Europa en impuestos directos
En la balanza de las decisiones del Gobierno está el subir los impuestos directos o indirectos. Después de haber modificado el IRPF, todo apunta a subidas en el IVA
España era ya uno de los países de Europa con una distribución fiscal más inclinada hacia los impuestos directos, por lo que la reciente subida en el IRPF nos afianza claramente en el pelotón de cabeza”, señala Juan Cobo de Guzmán, socio de Ernst & Young Abogados. Eso vale tanto, añade, para los tramos de la escala general como para los tratamientos del ahorro. Un ejemplo: la media española en el marginal máximo del IRPF se situará en el 52,08% en el año 2012, solamente por detrás de Suecia (57,50%), Dinamarca (56%) y Bélgica (54,50%). Pero ese marginal máximo alcanza el 56,5% en Catalunya, lo que la coloca a la cabeza de Europa, sólo por detrás de Suecia.
Luis Leis, experto en derecho fiscal del IE Law School, asegura, en relación con los últimos incrementos impositivos, que “aunque todo es discutible, para todo el mundo ha sido una verdadera sorpresa que los subieran. Pero el PP se encontró con una situación económica tan mala, que se vio abocado a hacerlo”. La elección del IRPF se aplicó, en su opinión, por dos motivos. “Porque es una fórmula rápida para recaudar” y porque “afecta a un espectro amplio de la población”.
Según un informe elaborado por los profesores José Félix Sanz y Desiderio Romero, de la Universidad Complutense de Madrid, los cambios aprobados afectarán a más de 13,1 millones de declarantes. Y el incremento medio de la cuota para ese conjunto de contribuyentes será de 388 euros anuales. En términos relativos, el incremento de recaudación estimado alcanzará el 8,23% de lo obtenido por el IRPF antes de la reforma. Según sus cálculos, en valor absoluto, esto significará una aportación adicional a los presupues- tos de 5.088 millones (269 millones de euros menos que lo estimado por el Gobierno), de los que 1.005 millones procederán de las rentas de capital y 4.083 millones del resto de rentas: trabajo, capital mobiliario, imputaciones de renta, rentas empresariales y profesionales autónomos, etcétera.
Dado que la subida de impuestos es progresiva por la naturaleza del impuesto, se ha reabierto el debate sobre la movilidad geográfica. O hablando más claro: la huida a otras comunidades autónomas o, incluso, a otros países para trabajar y así poder satisfacer la declaración de renta desde zonas en las que el trato fiscal es más favorable, “Resulta difícil de
“La presión fiscal siempre ha sido más alta por el lado de los impuestos directos que de los indirectos” Según un informe de la Complutense, el Estado recaudará 269 millones menos de lo esperado con la subida
valorar, pero criterios como la calidad de vida o las raíces –dice Cobo de Guzmán–, “seguirán primando todavía”.
No lo tiene tan claro Esteban Raventós, socio director de Baker & Mckenzie Barcelona y responsable del departamento fiscal. “A las empresas y a los ricos de verdad no les afecta la subida del IRPF”. Tienen, explica, métodos para evadirlas. “Los empresarios pueden bajarse el sueldo y cobrar vía dividendo de la empresa o crear una sicav y tributar al 1%”. Por el contrario, apunta, “los ejecutivos con buenos sueldos son los más expuestos a esta subida; más todavía si se conside- ra que el año pasado se reactivó el impuesto de patrimonio, y, todo eso combinado, no hace más que desincentivar y provocar pérdida de talento”. Algunas empresas, incluso, están diseñando fórmulas para sus ejecutivos, como el pago de bonificaciones a dos años, y poder eludir de ese modo los incrementos de impuestos.
En todo caso, y de vuelta al dilema del principio, “siempre ha habido en España más presión fiscal por el lado de los impuestos directos (IRPF y sociedades) que gravan la renta y el patrimonio, que de los indirectos (IVA, especiales, transmisiones patrimoniales...) que gravan directamente al consumo”, explica Cobo de Guzmán. “Siempre hemos sido campeones de la imposición directa”, aclara.
La mayor parte de los expertos consultados consideran que el as que se guarda el Gobierno en la manga es una posible subida del IVA, pese a que ya se elevó el tipo medio del 16% al 18% en julio del 2010. “España tiene ahora más margen por el lado de los indirectos”, comenta Cobo de Guzmán, que, además, añade: “Tiene menos consecuencias negativas para la competitividad, ya que las exportaciones están exentas de este tributo”. Luis Leis considera que cuando se pasó del 16% al 18% “se anunció seis meses antes para disparar un poco el consumo, pero ahora no había tiempo para esperar”.
La tendencia viene determinada por Francia, que anunció esta semana un incremento en septiembre de 1,6 puntos en el tipo del IVA, y pasar de ese modo del 19,6% al 21,2% (más de tres puntos por encima del impuesto español). Otros países como Portugal, Grecia o Italia también lo han elevado recientemente. Leis advierte que, “aunque el IVA español es de los más bajos de Europa, una subida puede tener dos consecuencias nefastas. “La primera es un incremento de la economía sumergida, algo que ya teme el Gobierno, y la segunda es una con-