MERCADO, LIQUIDEZ Y PRIMA DE RIESGO
Tras un mes de enero en el que el Ibex 35 ha sido el único de entre las principales bolsas internacionales que ha registrado pérdidas, en febrero se ha sumado a la evolución positiva del resto de los mercados. No obstante, la entrada del selectivo español en el terreno positivo dista mucho de lo conseguido en este año por el Dax alemán (+12,84%), el CAC francés (+6,86%), el FTSE MIB italiano (+8,80%) y el Eurostoxx50 (+6,98%).
La notable diferencia con el Ibex se debe a su específica composición, ya que de los 35 valores que lo componen 22 han evolucionado positivamente, pero no de manera suficiente para contrarrestar las pérdidas registradas por los 13 valores restantes. De estos, el que peor comportamiento ha tenido ha sido Repsol, que ha bajado un 10%, influido por los temores de nacionalización de su filial argentina YPF, y cuyo peso en el índice es notable. El sector bancario, que tiene un peso en el Ibex de una tercera parte, tampoco ha registrado en enero la evolución positiva que consiguieron los bancos europeos, sin duda por las incertidumbres que han supuesto entre los inversores la anunciada reforma del sistema financiero español.
Ya en el mes de febrero, y con el Ibex en terreno positivo, todo apunta a que el 2012 resultará favorable para la renta variable, manteniéndose eso sí la elevada volatilidad. Es evidente que el entorno de menor crecimiento global y de recesión afectará a los ingresos de las compañías y a sus cuentas de resultados. El crecimiento de beneficios se presenta complicado y a medida que los trimestres vayan transcurriendo es del todo probable que comiencen a mostrar tendencia a la baja.
Este es un dato que restará valor en el cálculo del precio de las acciones, pero las valoraciones actuales de las empresas del Ibex son muy atractivas, tanto en términos relativos respecto a la rentabilidad de la renta fija, como en términos históricos, al descontarse una prima de riesgo muy elevada. Y la reducción de prima de riesgo es precisamente uno de los factores esenciales que han de influir de manera decisiva en el precio de los activos y en el comportamiento de las bolsas.
Al respecto cabe señalar que las medidas no convencionales que tomó el BCE el 8 de diciembre pasado, coincidiendo con la rebaja del tipo de interés en un 0,25%, han tenido un impacto muy positivo en la reducción de la prima de riesgo.con la primera subasta de liquidez, que tuvo lugar el 22 de diciembre, en la que se concedieron préstamos a los bancos europeos por casi 500.000 millones de euros al 1%, se inundó de liquidez al sistema financiero.
Todo apunta a que una parte sustancial de esta liquidez se destinará a refinanciar los vencimientos que tiene la banca europea en el 2012, pero también se ha dirigido otra parte a la adquisición de deuda pública. Prueba de ello es que la fuerte demanda que ha registrado en el último mes tanto el mercado secundario como el primario ha provocado que la prima de riesgo española se haya situado por debajo de los 300 puntos básicos.
El miércoles, la rentabilidad del bono a 10 años cayó al 4,85%, su cota más baja desde principios de diciembre del 2010. También disminuyó la italiana hasta los 382 puntos, a pesar de que posteriormente ambas han tenido un leve repunte. Estos niveles se pueden mantener, ya que el próximo 28 de febrero se celebrará la segunda subasta del BCE y todos los sondeos indican que la demanda superará el billón de euros.
Otra noticia que de cumplirse sería decisiva para lograr la estabilidad de la zona euro es la posible implicación de China en la financiación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, que lo dotaría del volumen de fondos suficiente para poder atender futuras situaciones de crisis.
Con todo ello, más las reformas que se están esbozando en España, parece que se está consiguiendo la consolidación de los
Con la mayor liquidez, la prima de riesgo se ha relajado, lo que a su vez da margen de recuperación a la bolsa
mercados y que es posible que se logre la recuperación de la confianza. Esto propiciará el relajamiento de las primas de riesgo y su estabilización a niveles razonables. A su vez, la relajación de la prima de riesgo –aun manteniéndose por encima de la media histórica– dará margen de recuperación para las bolsas, incluso en escenarios de beneficios empresariales a la baja. Todo ello siempre que no existan factores negativos adicionales, algo a lo que siempre estaremos expuestos.