La última revolución comercial
La crisis ha acelerado el proceso de transformación del sector, donde las cadenas se imponen al independiente
La crisis ha puesto al sector comercial patas arriba y ha acelerado un proceso de madurez que asomaba ya desde inicios de la década de los 2000, con la expansión de las grandes cadenas, tanto nacionales como multinacionales, y la irrupción masiva en el retail de las grandes marcas internacionales. El nuevo modelo deja cada vez menos espacio para el pequeño comercio, la tradicional tienda de barrio que dependía de los clientes de toda la vida, porque la crisis también ha cambiado a sus consumidores.
En este escenario, conviven en el mercado español la explo-
Conviven en el mercado la explosión de cadenas ‘low cost’ con los apuros del comercio tradicional
sión de las cadenas low cost, desde Primark a Shana, con los apuros del comercio tradicional que, tras cerca de tres años de caídas de ventas y ahogado por la falta de crédito, atraviesa los peores momentos de su historia. Solamente entre el 2008 y el 2010 desaparecieron más de 30.000 empresas de comercio, según el último boletín económico de la Secretaria de Estado de Comercio del ICE.
Esta misma semana, el ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció medidas para impulsar la competitividad del pequeño comercio, básicamente la eliminación de la licencia de apertura y obras y una línea de créditos ICO específica para el sector. Ya en septiembre, la Generalitat de Catalunya aprobó un plan de ayudas para incentivar la apertura y modernización de comercios.
La Confederación Española de Comercio (CEC), patronal del sector, aplaudió sobre todo la apertura de la nueva línea del ICO. “La ausencia de financiación es lo que está llevando a la desesperación a las empresas de este país. Es lo que está asfixiando a nuestro sector”, según señala el presidente de la CEC, Manuel García-izquierdo Parralo. En cambio, la sección catalana de la CEC las considera insuficientes para luchar contra las grandes lacras del comercio. “El problema del comercio es la falta de confianza del consumidor y la competencia desleal de la economía sumergida”, apunta el presidente, Miguel Ángel Fraile.