El arquero Millares
El lote plástico con una cotización más elevada en la subasta de Lamas Bolaño del 22 de marzo está firmado por Manolo Millares. Se trata de una obra de los años 50 cuando el artista pertenece en su Canarias natal al colectivo Ladac (Los Arqueros del Arte Contemporáneo). La refinería, que ese es el título del trabajo que se pone a la venta, ha sido tasado en 40.000 euros. En esta obra se aprecia la notable influencia del constructivista Torrres-garcía, porque la tela es una manifestación pura de planimetría estructural y pictográfica. Antes de su vinculación con el grupo El Paso, del que es miembro fundador en 1957 y que es una de las referencias informalistas en España, Millares lleva a cabo unas pictografías en las que une la influencia de Paul Klee y Joan Miró con una temática típica guanche.
De Carlos Nadal (1917-1998), uno de los creadores fauvistas más significados de Catalunya, pese haber nacido y fallecido en París, es Circo Price, una tela de 102 x 80 cm que arranca de 12.000 euros. Paisaje con figuras (73 x 92 cm) del barcelonés Ramón Sanvicens (1917-1987) ha si- (1951). Manolo Millares. Óleo sobre tela. 53 x 65 cm. do tasado inicialmente en 10.000 euros. La pintura de Nadal es de directa factura, empastada y con anchas pinceladas, realzando distintos aspectos de la vida cotidiana que proyectan sus sentidos interiores, en los que la vida transcurre alegre y confiada planteando en la soltura de su grafismo una realidad sustanciada de belleza. En los últimos años, la obra de Nadal ha adquirido presencia notable en las licitaciones internacionales.
Sin embargo, si podemos hablar de un auténtico chollo en esta subasta ese es Abstracción geométrica, una pintura original de Enric Planasdurá datada en 1955 que parte de 1.000 euros. Las últimas obras de este artista vendidas en el mercado secundario fueron Surrealismo (1949), una pintura de 73 x 116 cm que se remató en Durán en 18.000 euros el año 2007, y Composición (1953), con unas dimensiones de 86 x 146 cm, que alcanzó en Segre los 4.000 euros.
Enric Planasdurá (1921-1984) tuvo una primera etapa juvenil claramente postimpresionista que llega hasta 1942, después evoluciona hacia una figura de corte geométrico, que desembocará más tarde en el cubismo y, finalmente, en la abstracción geométrica, realizando unas obras que denominará “abstracto-espaciales”, en las que trata de integrar la tercera dimensión, jugando con relieves y hundidos, que confieren un especial carácter a su pintura. Su última etapa fue bautizada por el autor como “concrecionismo geométrico”.