ACS sonríe con la integración de Hochtief
La constructora consolida las cuentas de la alemana
El grupo constructor ACS sonríe gracias a que desde mediados del año pasado ha logrado consolidar las cuentas de su filial alemana Hochtief.
Esta realidad le ha permitido dibujar una radiografía del 2012 más alentadora. La compañía presidida por Florentino Pérez camina hacia un proyecto más industrial basado en tres pilares: construcción, medio ambiente y servicios industriales. Por ello, centró parte de su estrategia del año pasado en desinvertir en activos no estratégicos.
Obtuvo fondos por 2.813 millones de euros de la venta de activos renovables, autopistas chilenas, contratos de minería de Hochtief y algún negocio medioambiental. De ese importe, 1.691 millones los dedicó a fondos propios y 1.122 millones a la reducción de deuda ligada a esos activos.
Por el contrario, ACS tiene temas pendientes que marcarán su línea a seguir durante este ejercicio. Por una parte, está muy pendiente de la próxima junta de Iberdrola, filial donde controla el 18,5%, y durante las tres últimas asambleas en Bilbao se le ha vetado el paso al consejo. Hasta ahora, la mayor parte de sentencias favorece a la eléctrica, pero Pérez mantiene la calma y espera que el tiempo le de la razón.
También está pendiente de la decisión que tome el Gobierno respecto a las primas a las renovables. Junto a Acciona y Abengoa se les considera las abanderadas en defender distintas tecnologías verdes y su retribución. En función de por dónde vayan los tiros invertirá más o menos en estas tecnologías. Ya se les ha bautizado a este trío de empresas con el nombre de la Triple A, frente al potente lobby de las cinco eléctricas. Las primeras abogan fuertemente por la energía verde; mientras que las eléctricas, pese a tener todas división de renovables, consideran que producir energía a par-
ACS recibirá un balón de oxígeno al obligar a los ayuntamientos a que paguen a los proveedores
tir de las nucleares, las centrales hidráulicas o los ciclos combinados es más económico para estos momentos delicados de la crisis. Y, por lo tanto, hay que reducir las subvenciones a las renovables o no primarles de forma tan significativa como hasta aho- ra. Teoría que no comparte ACS.
Entre las medidas que baraja el Gobierno no se descarta que todas las empresas generadoras de electricidad asuman parte de la financiación del déficit tarifario, ACS podría entrar en el saco.
Sea como sea, el grupo constructor tiene claro que su savoir faire es la construcción y la concesión de autopistas. Y, por lo tanto, por ahí tiene que pasar su futuro. De hecho, ha incrementado su cartera de forma significativa, con lo que tiene garantizadas obras para los próximos 22 meses.
Por otra parte, el grupo anunció que entre las administraciones autonómicas y locales le deben 2.200 millones. La medida diseñada por Montoro para que los ayuntamientos paguen a los proveedores será un balón de oxígeno para el grupo de Pérez, ya que entre las grandes constructoras es la compañía a la que más dinero se le adeuda.