La reconversión de los pagarés
La banca española se redirige hacia los particulares para colocar 46.000 millones de euros
Al inversor hay que explicárselo mejor, con más cuidado. Pero al final, la complejidad del pagaré es relativa. El minorista lo entiende y lo asume: los pagarés funcionan”.
Es rigurosamente cierta la apreciación de Alberto del Cid, director general financiero de Banca March. La economía financiera va bailando, y ese baile abre nuevos escenarios y replantea nuevos productos. Así que, de vez en cuando, florecen otros términos. O, simplemente, se reciclan. Por tradición, el minorista (inversor particular) está acostumbrado a recoger noticias acerca de depósitos, de fondos de inversión o de planes de pensiones. De los pagarés, hasta ahora, apenas le habían hablado: el pagaré formaba parte de otro mundo, el que atendía a los clientes mayoristas, como fondos de inversiones o compañías de seguros...
Por diversos motivos, el escenario se ha alterado. Tampoco hay que exagerar: seguimos habitando el universo de los depósitos y de los fondos de inversión. Sin embargo, los pagarés, que se emiten a plazos variables que oscilan entre los tres y los 24 meses, se van haciendo un hueco, al amparo de varias líneas argumentales: no vienen penalizados por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y por ese mismo motivo ofrecen rentabilidades interesantes, con frecuencia superiores al 3%, por encima de lo que plantea el resto de productos (desde el año pasado, el Gobierno, a través de la circular 3/2011 del Banco de España, ha limitado la rentabilidad de los depósitos, decisión que pretende apaciguar la guerra abierta entre entidades por estos productos).
“Como no responden ante el FGD, los pagarés tienen más riesgos. Pero también dan más rentabilidad al cliente y a menor coste para la entidad”, admite Del Cid, de Banca March. “Hoy por hoy, las ofertas por los pagarés son muy atractivas”, dice una fuente del Banco Popular, una de las firmas más implicadas en la transformación.
No es que las entidades se hayan puesto de acuerdo, pero algo deben de haber visto en esta corriente de nuevo cuño. En el último año, la banca española ha colocado alrededor de 46.000 millones de euros en programas vinculados a pagarés, según datos de AIAF, Mercado de Renta Fija. Santander, BBVA, Caixa Bank y Popular se encuentran a la cabeza de estos programas, aunque no todos los
“Dan más rentabilidad al cliente a menor coste para la entidad”, admite un analista de Banca March
consideran su piedra filosofal.
“Los pagarés no son un producto que entre en nuestro eje central de negocio –admite una fuente de Caixa Bank, con un programa muy agresivo a finales del 2011–. En otro momento, los ofre- cíamos a unas remuneraciones más altas, de hasta un 4,5%. Ahora, estamos entre el 3 y el 3,5%”.
Otras firmas, hoy en día, van más fuertes. “Nuestro programa de pagarés funciona muy bien. Especialmente, en el plazo a doce meses. Para nosotros, son un buen complemento a nuestra gama de productos”, dice una fuente de Bankia, que ha colocado 4.200 millones de euros en cinco meses. “Nosotros estamos sobre las cifras que esperábamos: hemos colocado más de 600 de los 1.000 millones de euros emitidos”, explica Del Cid, de Banca March. “Los pagarés funcionan bien”, abundan fuentes del Santander, que lanzó una primera emisión de 5.000 millones, antes de decidirse a ampliarla, para rentabilidades que oscilan entre el 2,5% (vencimiento a tres meses) y el 3,2% (dos años). “Junto con el depósito Gasol, nuestro programa de pagarés es muy intenso –dicen fuentes del Popular, con una línea de pagarés remunera-
En particular, Santander, Caixa Bank, BBVA y Popular andan inmersos en la batalla por captar inversores
dos al 4,5%–. En este caso, va dirigida a clientes con disposición de fondos, que buscan rentabilidades interesantes con poco riesgo, más bien conservador. En realidad, se trata de minoristas muy similares a los del depósito”.
“Es evidente que hay que diversificar –dice Arturo Carvajal, jefe de planificación comercial de BMN, insistiendo en la regla básica del inversor–. Hay que tener un poquito en pagarés, otro poquito en depósitos, otro poquito en fondos...”.
Sólo así, opina, se retiene a un inversor minorista. “Para nosotros, el programa de pagarés (10.000 euros al 3,40%; 50.000 al 4,00%, ambos a doce meses) responde a una estrategia defensiva. Lanzamos productos que nos permitan mantener a clientes que buscan determinadas cifras de rentabilidad: muchos de ellos están asustados, sobre todo por los vaivenes de los mercados. Los pagarés les brindan seguridad”.