EL IBEX SUFRE POR LA FALTA DE CONFIANZA
Director general de GVC Gaesco Gestión Economista, actuario y CEFA. Miembro de la junta de Invercocatalunya
En los últimos seis meses, las bolsas han subido fuertemente. Desde los mínimos del 12 de septiembre, el Eurostoxx 50 ha subido un 27%; el S&P 500, un 20%; el Nasdaq, un 23%, y el Nikkei 225, un 17%. Incluso el rezagado Ibex 35 ha subido un 9%. Estamos pues en pleno rally alcista.
Precisando un poco más, y tomando como referencia a Europa, es fácil ver que existe una gran diferencia de comportamiento entre los sectores considerados cíclicos –como los industriales, automovilísticos, químicos, bancos o seguros, que han tenido subidas muy pronunciadas de entre un 27% y un 40%– y los sectores considerados defensivos –como eléctricas, telefonía, salud o alimentación, que han tenido subidas de entre un 10% y un 20%–.
Se trata pues, eminentemente, de un rally cíclico, basado en las empresas cuya actividad depende básicamente del crecimiento económico mundial. Tiene sentido, dado que el mundo no para de crecer: un 5,2%, en el 2010; un 3,8%, en el 2011, y un 3,3%, este año 2012, según previsiones del Fondo Monetario Internacional. Una forma sencilla de ejemplarizar este fuerte crecimiento global es la producción mundial de coches. En el 2007, antes de la crisis de Lehman Brothers, se fabricaron 53 millones de coches en el mundo y, el año pasado, 60 millones, el máximo histórico. Este crecimiento ha posibilitado, de forma genérica, que las empresas hayan recuperado y superado en muchos casos las cifras de ventas, márgenes y beneficios que tenían en el 2007.
El ritmo de recuperación de las cotizaciones está siendo más lento. Vistos los bajos múltiplos de valoración actuales con que cotizan las empresas y los crecimientos que estas registran, la actual subida bursátil debería ser únicamente el comienzo de una fase de normalización de cotizaciones que debería tener continuidad a lo largo de los próximos tres años. Estamos inmersos en plena operación de recuperación.
En lo que llevamos de año, todas las principales bolsas mundiales están en generosos números verdes. ¿Todas? No, el Ibex 35 baja. Uno de los motivos por los cuales el Ibex es una excepción en el mundo es que la economía española también lo es, está de hecho decreciendo. En otros términos, en España se matricularon el año pasa- do 0,81 millones de coches, la mitad de los 1,63 millones del 2007. Eso sí es contraste. Este argumento sería válido para aquellas empresas cuyas ventas radicaran íntegramente en España, pero las empresas que configuran el índice Ibex son altamente exportadoras. Luego, ¿por qué siguen tan presionadas por los inversores? Por la misma razón que el diferencial del bono español respecto al alemán es superior al del bono italiano pese a tener un nivel de deuda sobre el PIB mucho más bajo: por la falta de confianza de los inversores en España.
La problemática inmobiliaria del sistema bancario español permanece aún hoy semioculta y mientras no se actúe con transparencia y no se capitalice adecuadamente el sistema bancario seguirán habiendo restricciones de crédito y perpetuándose una crisis muy particular, la de una burbuja inmobiliaria mal visionada y peor resuelta. La problemática bancaria acabará trasladándose al sector público. ¿Puede un inversor sentirse tranquilo cuando para que un banco se quede otro el Estado debe garantizar que se hará cargo de las pérdidas que se contabilicen en los próximos diez años? ¿Tanto tardarán en
Las principales bolsas mundiales están en generosos números verdes en el 2012, pero no el Ibex
aflorar las pérdidas inmobiliarias en las cuentas de los bancos?
No es casualidad que mientras el sector bancario europeo acumula fuertes alzas en el año, del orden del 16,4%, los bancos españoles estén en fuertes pérdidas y que seis de los diez peores bancos del año sean españoles. La reforma del sistema bancario se ha diseñado demasiado lenta.
Si en agosto del 2011 quien sufría era quien tenía acciones, ahora quien sufre es quien no las tiene, hasta el punto de esperar una caída en la que comprar; que no sucede, por cierto. Tras el proceso de sugestión y gregarismo de masas del pasado agosto, que llevó a las cotizaciones a niveles fuera de toda racionalidad, los inversores están retomando el control, centrando de nuevo su atención en el análisis de las empresas. Esto implica un escenario futuro de fuertes subidas de las bolsas. ¿Y los inversores que mantienen carteras muy defensivas? Que no desesperen, sus empresas subirán en una fase posterior.