España pide a Draghi un mensaje más contundente
La estabilidad en los precios pasa a un segundo plano para España, que precisa ahuyentar a los especuladores
No importa si es banquero, político, analista o académico. Los expertos españoles coinciden en pedir una mayor implicación del BCE para resolver la crisis de la deuda soberana y los problemas de Europa en general y de los países más castigados de la zona euro en particular. Además de esta unanimidad en pedir a la institución muniquesa un papel más activo, no son pocos los que avisan de que, en todas aquellas decisiones que afectan al comportamiento de los mercados, tan importante es la acción en sí misma como la mera posibilidad de que se produzca. Es decir, que si no actúa, al menos hable.
Y es que el BCE, además de con su artillería pesada (compra de bonos), su política monetaria (alteración de los tipos de interés oficiales) o sus balones de oxígeno a la banca (subastas de liquidez), mueve el mercado con cada declaración de los miembros de su consejo de gobierno o del comité ejecutivo.
Los comentarios públicos, unas veces ayudan y otras, hacen daño. Por esta razón, Alfredo Sáenz, consejero delegado del Santander, salió esta semana al paso de los últimos pronunciamientos del BCE. “Sería bueno que no dijera tan tajantemente que las subastas de liquidez a tres años para la banca ya se han acabado y que la de febrero fue la última”, dijo el banquero. “Ojalá no fuera tan rotundo y admitiera que, en determinadas condiciones del mercado, podría considerar la apertura de nuevas ventanas de liquidez”, añadió.
Los efectos a la citada rotundidad son importantes. Algunos bancos han llenado la despensa con miles de millones en préstamos del banco central ante la tesitura de que los mercados no se abran en mucho tiempo. En otras ocasiones, los comentarios sobre la ausencia de planes para comprar bonos han disparado la prima de riesgo. Se exige prudencia y determinación.
Joaquín Trigo, presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE), cree que el BCE es fun-
Alfredo Sáenz, del Santander, reclama prudencia al BCE para no descartar medidas que ya fueron útiles
damental para la resolución de la crisis. “Nos tiene que ayudar a bajar la prima de riesgo, sobre todo transmitiendo el mensaje de que los especuladores no saldrán victoriosos de sus apuestas contra el euro y algunos países”.
Han sido años duros en los mercados. Y los ataques continúan. Por eso, Marisa Mazo, directora de estrategia de Ahorro Corporación, requiere tres medi- das por parte del BCE. La primera es la de ahondar en la compra de bonos soberanos de los países periféricos del euro. El banco central lleva tres meses sin apenas comprar nada pese a poder hacerlo. En segundo término, Mazo incide en el mensaje de que el BCE debe repetir por activa y por pasiva que Europa tiene a su disposición los cortafuegos necesarios para detener el avance de la crisis. Por último, esta experta demanda un pronunciamiento del banco central a favor del pacto por el crecimiento. “Que quedara claro su apoyo a un proceso de consolidación fiscal más acompasada a una reactivación económica sería muy positivo”, remacha Mazo.
En este sentido, Jacobo González-robatto, director general del Banco Popular, considera que las autoridades europeas deben hacer algo para inyectar confianza en el mercado y el BCE tiene gran capacidad de influencia”. Su ayuda puede abarcar diversos campos, pero el directivo del citado banco apuntó el pasado viernes a la creación de los llamados eurobonos, es decir, la conversión de la deuda soberana de los países europeos en bonos para vender en el mercado, una mutualización de la deuda con la que algunos socios fuertes de la Unión Europea, como Alemania, no están de acuerdo.
A juicio de González-robatto, los eurobonos no tienen que sustituir necesariamente el 100% de
En el Instituto de Empresa consideran que Draghi debe saber que hoy hacen falta medidas excepcionales
las deudas nacionales de los socios europeos, sino, por ejemplo, la mitad, para que tengan alicientes para reducirla. Y el BCE también puede hacer lobby para que se compre deuda europea, dijo.
La institución con sede en Frankfurt no parece hoy por la labor de adquirir más bonos. “Es contradictorio con el mensaje que se ha dado hasta ahora”, apunta Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor de economía del Instituto de Empresa (IE). El BCE condicionaba la compra de deuda a las reformas. “Algunos gobiernos están haciendo verdaderos esfuerzos y ven cómo Draghi les da la espalda en el peor momento”, añade Martínez Lázaro. En el IE creen también que habría que vencer prejuicios y sortear las limitaciones legales, ya que el momento actual es especial y las respuestas también deben serlo. Y recuerdan que, gracias al Banco de Inglaterra, el Reino Unido se está financiando muy barato a pesar de compartir varios de los problemas por los que pasan los países del euro.