Una incómoda derivada
La política monetaria estimula o retrae la inversión en función del nivel al que se sitúen los tipos de interés. Sin embargo, el BCE nunca ha estado especialmente preocupado por los efectos en el crecimiento derivados de sus decisiones. Sin embargo, algo parece estar cambiando en Frankfurt desde la llegada de Mario Draghi. El actual presidente del BCE es consciente de la situación y se ha sumado a las voces que reclaman un pacto por el crecimiento en la zona euro. Los planes de austeridad ayudan a profundizar en la consolidación fiscal, pero, dice ahora el BCE, es preciso superar la recesión.