Relojes de vanguardia
El ingenio de algunos diseñadores que rompen moldes en la feria del mueble de Milán, que es donde se cuecen las tendencias del diseño contemporáneo, traspasa a veces las barreras de su hábitat natural de muebles y objetos para la casa para adentrarse en exploraciones de elementos complejos y de pequeño formato, como es el caso de los relojes de pulsera.
Recién salidos del horno, tenemos tres ejemplos de este maridaje del diseño y la relojería. El primero de ellos llega de la mano de la estrella más internacional del diseño español, Jaime Hayón. El madrileño se ha unido a Ian Lowe para diseñar y manufacturar relojes suizos bajo una empresa a la que han puesto el sonoro nombre Orolog, una especie de traducción inventada y fantasiosa de la palabra reloj en varios idiomas.
La primera colección de Oro- log tiene tres piezas de función simple y otras tres que son cronógrafo, siempre en ediciones limitadas de mil ejemplares. El diseño explora la combinación de elementos clásicos y detalles contemporáneos, por ejemplo, un look general muy orgánico y, sin embargo, una corona que es una referencia clásica o unos anclajes de la correa inspirados en los años treinta que aportan un punto nostálgico dentro de este diseño muy compacto y sin fisuras. Las cajas están disponibles en acero inoxidable, PVD o oro rosado, siempre mates y las correas son de cuero Hermés. La colección sale a la venta en octubre.
Otro reloj que tener en cuenta es el diseñado por el japonés Tokujin Yoshioka para Swarovski. Se llama Lake of Shimmer (lago de resplandor) y marca el paso del tiempo a través de la luminosidad de la esfera, que consiste en una pieza de doce cristales facetados. El brazalete del reloj , de acero inoxidable, se compone de pequeñas piezas hexagonales