El BBVA o cómo huir de la tormenta
El banco trata de infundir optimismo en el peor momento
El estado actual de las bolsas y la penalización a los valores financieros hace que hasta la peor de las noticias pueda tener una lectura positiva. BBVA vio esta semana como los analistas del banco francés Natixis le recortaban el precio objetivo de los títulos de la entidad desde los 7,3 euros a los 6 euros por acción. Hoy, sus directivos y los cerca de un millón de accionistas del banco estarían un poco menos deprimidos si los títulos se acercaran a ese precio objetivo, ya que el pasado viernes, BBVA cerró a 5,2 euros por acción.
La banca española se sitúa en el centro de la diana de los especuladores cuando arrecian los ataques contra España. Los fondos de inversión están en desbandada y los especuladores que apuestan a corto tratan de hacer su particular agosto. Con la prima de riesgo por encima de los 400 puntos, los valores financieros acumulan descensos próximos al 30% en lo que va de año. En el caso del BBVA, la caída es del 22% pese a que, como decía recientemente su presidente, Francisco González, el banco está “en el mejor momento de sus últimos dieciséis años”, los que lleva al frente del grupo. “Se tiene que acabar trasladando la gestión y el estado actual del banco al precio de la acción”, imploraba el pasado miércoles Ángel Cano, consejero delegado del banco.
La cuenta de resultados del BBVA muestra un incremento del 13% en el margen de intereses –el más puro exponente de la evolución del negocio bancario– en el primer trimestre del año, gracias a la evolución de México (+9,4%) y del resto de Latinoamérica (+30%), que permiten compensar con creces las dificultades en los mercados maduros. El margen bruto, que incorpora las comisiones, alcanza los 5.000 millones y mantiene la misma tónica de un crecimiento próximo al 13%.
Los problemas se acrecientan conforme se va descendiendo por la cuenta de resultados. La fortísima recesión en España requiere todavía fuertes saneamientos para depurar los activos, en especial los ligados al inmobiliario. Entre enero y mar- zo, el banco destinó casi 1.300 millones de euros a este propósito, lo que ha provocado que, al final, el beneficio neto cayera hasta los 1.005 millones, un 13% menos
La entidad ha perdido un 22% de su valor en lo que va de año pese a ser capaz de lograr buenos resultados
que en el mismo periodo del año anterior.
“Estos resultados demuestran la fortaleza y resistencia de nuestro modelo de negocio”, dijo Ca- no en la presentación de los resultados trimestrales. Con todo, en el futuro aparecen todavía bastantes sombras. A corto plazo, la rebaja de la calificación crediticia de España decretada el pasado viernes por Standard & Poor’s preludia nuevas rebajas generalizadas en la banca. El sector, por su parte, afronta alzas de la morosidad en España –donde la economía caerá este año un 1,7%– y más presión regulatoria.
¿Saldrá airoso el banco? En el banco creen que sí, cueste lo que cueste. Así lo defendió Cano esta semana: “Este sector necesita matar la incertidumbre y si hace falta realizar más saneamientos, los haremos”.