Inventos y calidad de vida
De Trento surgen innovaciones centradas en la salud, la energía y el turismo
Del laboratorio trentino, de su rico entorno de investigación académica e ímpetu empresarial, han surgido multitud de ideas innovadoras, algunas de las cuales están todavía en fase de incuba
ción –con la ayuda del consorcio Trento Rise– para dar el salto comercial. Otras se han traducido ya en nuevas compañías.
El objetivo es siempre el mismo: ofrecer soluciones que mejoren la calidad de vida. La tecnología se entiende aquí, en estos tiempos de crisis, como una oportunidad para salvar el wel
fare, el Estado de bienestar, o al menos para hacerlo más barato y eficiente. Hay proyectos centrados en la salud, en la eficiencia energética, en la conservación del patrimonio cultural, en el turismo. Suele aplicarse una estrategia muy interdisciplinar ante los problemas. Un especialista en arte puede colaborar con un ingeniero electrónico, un lingüista con un matemático, un experto en telecomunicaciones con un cocinero.
Un ámbito fascinante es el de los microsensores wireless (sin hilos). Lo explica con entusiasmo el profesor Gian Piero Picco en su despacho del futurista campus de Povo, el distrito cien- tífico de Trento, rodeado de un espectacular paisaje. Esta tecnología permite múltiples aplicaciones, por su flexibilidad, bajo coste y facilidad de instalación, sin el engorro de realizar un cableado. Se ha utilizado para ayudar a la conservación de los frescos medievales de la torre del castillo del Buonconsiglio, el monumento más conocido de Trento. También sirve para optimizar el consumo de electricidad en la iluminación de los túneles y hacerlos más seguros.
Los teléfonos móviles de última generación, en combinación
Timber Tech es una clásica ‘start-up’ que diseña software para casas de madera antisísmicas
con un uso inteligente de internet, son objeto de iniciativas interesantes como el proyecto Bring
the food, destinado a las organizaciones humanitarias y a los restaurantes, supermercados y servicios de catering. Se trata de diseñar un sistema muy rápido y eficiente para alertar sobre los excedentes de comida –que, de lo contrario, estarían condenados a la basura– y poder darlos a quienes la distribuirán entre los necesita- dos y a comedores populares. Es un caso claro de tecnología al servicio de la acción humanitaria. Una plataforma parecida es la SicurSkiWeb, que analiza los lugares de las pistas de esquí donde se producen más accidentes y ayuda a las instalaciones, a los usuarios y a los equipos de socorro a mejorar la seguridad. El profesor Bruno Crispo –un científico especializado en seguridad informática que trabajó en Inglaterra y decidió volver a Italia– está desarrollando una tecnología que permite al teléfono móvil reconocer al propietario sólo con el movimiento de la mano. Un ejemplo típico de una
start-up nacida en Trento es Timber Tech. La ha creado el ingeniero local Mauro Andreolli, en base a su tesis de doctorado. Sus socios son un profesor y un investigador de la Universidad de Trento. Timber Tech se dedica a diseñar software para la construcción de casas de madera, un sector en notable expansión en Italia. Sus programas tratan de ayudar a los fabricantes y constructores a hacer estructuras más seguras, más ecológicas y, sobre todo, resistentes a los terremotos. La experiencia de los recientes seísmos, en L’Aquila y en Emilia-Romaña, ha sido aprovechada por Timber Tech para replicar en el laboratorio los efectos de los temblores y diseñar estructuras y engarces de modo que eviten, en lo posible, los derrumbes.
En Rovereto, que fue tradicionalmente la ciudad industrial del Trentino, está en marcha un ambicioso proyecto de transformación de una vieja fábrica de tabaco en un centro para nuevas empresas especializadas en la econo
mía verde, en construcción ecosostenible, energías renovables y tecnologías medioambientales.
El arquitecto que dirige las obras, Stefano Sani, trabajó largo tiempo en París y en Estados Unidos, donde colaboró con uno de los despachos de arquitectos más
“Si hubiera sido Milán, Roma o Nápoles, no habría vuelto”, afirma un ‘cerebro’ emigrado que retornó a Trento
prestigiosos del mundo. “¿Por qué decidió pasar de San Francisco a Trento?”, le preguntamos. “No puedo negarle que si hubiera sido para ir a Milán, Roma o Nápoles, probablemente no habría vuelto. Pero en el Trentino, a parte de la calidad de vida, se pueden hacer proyectos sostenibles que en otros lugares serían imposibles. Hay un modo eficaz, concreto e innovador de enfrentarse a los desafíos”.