Límite y apertura
Desde hace tiempo Estrada compone una pintura que a veces se expande en forma de relieve o de construcción escultórica. Su tercera individual en Michael Dunev Art Projects (Torroella de Montgrí, Alt Empordà, Girona, hasta el 11 de agosto) se titula Maderas.
Este título indica lo que distingue a esta exposición de todas las que había presentado hasta ahora este artista nacido en Buenos Aires en 1942 y afincado en el Empordà. Es su primera muestra compuesta exclusivamente de obras realizadas en madera.
Son óleos sobre tabla que no aparecen ya como cuadros, sino como relieves, objetos pintados o despliegues pictóricos en el espacio, apuntando a una dimensión escultórica y arquitectónica.
En esta muestra aparece con mayor claridad que en otras anteriores su propósito de devolver a la pintura una cualidad de objeto desnudo, desprovisto de énfasis y gestos personales. A Estrada no le importa tanto la geometría como el despliegue rítmico de campos de color, siempre buscando una sensación de apertura e ilimitación precisamente a partir y a través de la delimitación, del juego de los límites en un espacio ritmado, musicado y también meditativo y silencioso.
La pintura de Estrada es como una arquitectura fragmentaria y abierta que es a su vez como una música tonal, serena como una vida quieta de Morandi, pero sin más formas que las propias del minimalismo cálido: unas líneas verticales y horizontales y una textura pictórica que es casi la de una materia natural, esculpida y anónima.