Británicos en Cadaqués
En Catalunya la temporada de las galerías de arte se interrumpe sólo parcialmente durante agosto, pues las galerías del Empordà toman el relevo de Barcelona. Este año la oferta de esta zona de Girona incluye algunas exposiciones extraordinarias. Es recomendable la que presenta Miguel Condé en la galería Michael Dunev (Torroella de Montgrí) hasta el 15 de septiembre. Y también la colectiva Changes by chance (cambios por azar), el segundo homenaje que la galería Horizon (Colera) dedica a John Cage, con participación de Gabriel, Lluís Lleó y James Klosty, entre otros (tel. 972-38-91-85, de 1.800 a 6.000 euros).
Pero la más sorprendente es la que presenta la galería Cadaqués-Huc Malla hasta el 11 de septiembre ( tel. 639-34-636), a partir de 7.000 euros). Aunque el título en alemán puede despistar, Minderwertig Gemälde (pintures inferiors), se trata de una selección de diecisiete pinturas de artistas británicos, en su mayoría inéditos en España, que participan del espíritu YBA (Young British Artists). Casi todos pertenecen a esa misma generación nacida a mediados de los años 60. Son obras figurativas y recientes. Participan, por ejemplo, los famosos, efectistas y mor- bosos hermanos Chapman, Jake & Dinos, con un retrato feísta. Suyo es el diseño del cartel de la muestra y de una camiseta realizada para la ocasión. Pero los registros y tonos son afortunadamente muy variados.
El cuadro de Nelson Diplexcito, por ejemplo, remite a Richard Hamilton y al arte pop. James White propone un hiperrealismo en blanco y negro. John Stark presenta una escena alegórica titulada Dead of the ego in the tomb of the living (muerte del ego en la tumba de los vivos). Y Marcus Harvey presenta una pieza polémica: en Woman in burka critica a los reprimidos y represores islamistas con un desnudo femenino cuyo único ropaje es un burka. La cara está tapada, tal como manda la hostil normativa misógina, pero el cuerpo se muestra desnudo tras el vidrio de un puerta o una ventana. No es tan fácil anular los cuerpos, ¿verdad?
Y no está mal que, ahora que Richard Hamilton, John Cage y Duchamp ya no pueden pasear por Cadaqués, lo hagan algunos exponentes de la nueva figuración británica.