Contra el arte
Acaba de cumplirse el primer aniversario de la subida del IVA (impuesto sobre el valor añadido) para las transacciones artísticas, que pasaron de gravarse del 8% al 21%, muy por encima de los países de nuestro entorno, como Francia o Alemania, locomotoras industriales y culturales de Europa que comparten idéntico gravamen cultural, el 7%.
Italia, por su parte, lo tiene estipulado en el 10%, aunque es muy posible que antes de que finalice este año lo incremente hasta el 12%, aunque en los últimos años lo bajó desde el 21% en una apuesta por su impresionante patrimonio artístico. Irlanda gravaba la cultura con un 13,5% y lo ha dejado en un 9%. Solamente Portugal, que no tiene parangón cultural con los cuatro países más importantes de Europa, tiene un tipo del 23%.
Con esta desafortunada medida, el pequeño mercado del arte español que apenas representa el 2% del mercado mundial, entra en una peligrosa dinámica que puede poner en riesgo la supervivencia de un elevado porcentaje de las galerías de nuestro país. Responsables del consorcio de las salas de arte españolas han cuantificado la dismi- nución de sus cifras de negocio el último lustro en un 40% en las galerías de la periferia, y tanto en Madrid como en Barcelona, donde se concentra el 80% de las transacciones artísticas, han desaparecido emblemáticas galerías que en algunos casos llevaban operativas más de tres décadas.
Esperemos que el valor añadido de la industria cultural no transforme el mercado del arte en España en un valor reducido, un negocio que como no se revierta la subida del citado impuesto (incluso algunos economistas nos han amenazado diciendo que podríamos llegar hasta el 23% en los próximos meses) pueda hacer desaparecer un significativo número de puestos de trabajo adscritos al ámbito del ocio y la cultura que representan lo más granado de la marca España.
TRABAJOS PREPARATIVOS
para la celebración de la 32.ª edición de Arco 2013. Organizada por Ifema en Madrid. Entre el 13 y el 17 del pasado febrero