El reto de ser jefe por unos días
Sustituir a un compañero o superior durante sus vacaciones puede abrir puertas profesionales
Millones de profesionales disfrutan estos días de su descanso estival. Algunos no tendrán que preocuparse, porque su empresa cuelga este mes el cartel de ‘cerrado por vacaciones’. Otros han tenido que delegar sus funciones en algún compañero o subordinado que ocupe temporalmente su puesto hasta que ellos regresen al trabajo. Según Luis Pérez, director de relaciones institucionales de Randstad, la persona que debe ocupar estos días el puesto de un compañero o jefe puede enfrentarse a la situación de dos maneras: “Pensando que menuda les ha caído, teniendo que trabajar más por el mismo sueldo; o viéndolo como una oportunidad para demostrar a la empresa sus posibilidades”. La segunda opción, lógicamente, siempre será más útil desde un punto de vista profesional.
La persona que asume una función temporal debe plantearse en todo momento qué haría el titular del puesto en cada situación y actuar como cree que lo haría este. “Debemos tener sentido común y hacerlo lo mejor posible –destaca Nekane Rodríguez, directora general de Lee Hecht Harrison, del grupo Adecco–. Quizás más adelante seamos nosotros los que nos vayamos de vacaciones y tengamos que delegar en otra persona, confiando en que a nuestro regreso no haya ocurrido nada grave”.
Cuando la empresa encarga a un profesional asumir durante unas semanas unas tareas adicionales, este tiene que tener claro cuál es la prioridad de la compañía: ¿es más importante que siga centrándose en su trabajo habitual, o ahora la prioridad son las nuevas tareas? “Hay que calibrar bien esta cuestión para repartir el tiempo de trabajo adecuadamente, y no querer lucirnos dedicándonos a una función que quizá no sea prioritaria para la empresa”, apunta Maite Piera, coach ejecutiva y autora del libro Buscar trabajo para dummies.
Si toca ocupar la posición de un compañero que se va de vacaciones, la primera tentación suele ser querer hacerlo mejor que él para quizá en el futuro llegar a sustituirlo. “Esta actitud debe evitarse porque, en caso contrario, ¿qué pasará cuando seamos nosotros quiénes mar- chemos de vacaciones? Habrá una lucha –advierte Piera–. La base debe ser el compañerismo: querer hacerlo tan bien como el otro, no mejor que él”.
Una opción útil es identificar
La tentación no debe ser querer superar al compañero ausente: el objetivo es hacerlo tan bien como él
qué habilidades faltan por demostrar en el currículum y tratar de ejercitarlas desde la nueva posición temporal. “No hay que optar por la opción cómoda de seguir haciendo lo que se nos da bien, sino aquello que nos cuesta más y que nos puede ser más útil en el futuro”, argumenta Piera. Por ejemplo, la gestión de equipos es una habilidad muy valorada para muchas posiciones, pero los profesionales que nunca han ocupado cargos de responsabilidad no suelen tener experiencia en este apartado: sustituir al jefe en verano puede ser una buena oportunidad para ponerla en práctica y, de esta manera, poder incorporarla al currículum de cara a un posible proceso de selección futuro. Si se da esta situación, Piera apunta que una manera de practicar habilidades de gestión de personas empieza por mantener una breve reunión con cada uno de los compañeros a los que tocará coordinar durante unos días, saber sus expectativas y motivaciones, qué esperan del nuevo jefe temporal y si tienen dudas o suspicacias sobre él.
Asumir temporalmente nuevas responsabilidades es un reto que, según Nekane Rodríguez, “debe ser gestionado desde la humildad, para reconocer tus propias limitaciones y la temporali-
Las funciones asumidas de forma temporal también pueden plasmarse en el currículum
dad del puesto, y confianza en que lo harás bien”. Si el nuevo puesto temporal implica tener responsabilidad sobre otros compañeros, será imprescindible tener credibilidad ante ellos. “Si no tiene la credibilidad entre sus compañeros, es un buen momen- to para intentar ganarla –recomienda la directora general de Lee Hecht Harrison–: si no, el sustituto lo tiene complicado, porque el cargo y el autoritarismo no son suficientes”.
Las funciones que se asumen temporalmente en esta época pueden ser útiles para autopromocionarse dentro de la compañía, pero también fuera de ella. Así, de cara a una futura búsqueda de empleo se puede plasmar explícitamente en el currículum que durante cierto tiempo se ejercieron, por ejemplo, funciones de jefe de departamento. Además de demostrar la experiencia, “eso da pistas al experto en selección sobre lo bien valorada que debía de estar esa persona en su anterior compañía para que le otorgasen esa responsabilidad”, destaca Luis Pérez, de Randstad.