Medicamentos que se activan cuando les da la luz
El Consejo Europeo de Investigación ayuda a llevar al mercado una investigación innovadora en el sector de la salud liderada por Pau Gorostiza, del Institut de Bioenginyeria de Catalunya
Con la luz se puede controlar el lugar donde el medicamento será activo y por cuánto tiempo El medicamento estaría siempre dentro del cuerpo pero sólo se activaría cuando se le aplicara la luz
Uno de los principales objetivos de la medicina moderna es reducir los efectos secundarios de los fármacos, en especial, para evitar que los productos o tratamientos dirigidos a un órgano o parte del cuerpo perjudiquen al resto del organismo.
Durante los últimos años se han desarrollado diversas estrategias para tratar de afinar la puntería de los medicamentos. Uno de los conceptos más innovadores en este campo es la op-tofarmacología o creación de moléculas reguladas por luz, es decir, substancias que se activan y comienzan a funcionar como medicamentos en una zona determinada del cuerpo cuando reciben una luz externa.
Simplificando, con un ejemplo no necesariamente real, imagínese que una persona con dolor en la rodilla se toma un calmante en forma de pastilla. Con un tratamiento habitual, el medicamento puede afectar a todo el cuerpo mientras que con una molécula regulada con luz, el calmante se activa localmente y durante el tiempo deseado cuando se expone la rodilla afectada a una fuente de luz de un color determinado.
Uno de los equipos internacionales que está trabajando intensamente en el desarrollo de moléculas reguladas por luz es el que lidera Pau Gorostiza, profesor Icrea en el Institut de Bioenginyeria de Catalunya (IBEC). Gorostiza consiguió en el 2008 un proyecto concedido a jóvenes investigadores (Starting Grant) del Consejo Europeo de Investigación (ERC, por las siglas en inglés) para desarrollar el proyecto OpticalBullet de control de la neurotransmisión con luz (o con los denominados conmutadores ópticos). Esta misma línea de investigación ha conseguido una nueva ayuda de este organismo europeo en la convocatoria Proof of Concept 2012-2013, destinada a dar un paso adelante en posibles aplicaciones prácticas en proyectos subvencionados anteriormente por el mismo ERC.
“El objetivo de este proyecto, para el que hemos recibido la ayuda del Consejo Europeo de Investigación, no es hacer investigación básica sino utilizar las moléculas reguladas con luz que ya he- mos desarrollado en colaboración con Amadeu Llebaria (CSIC Barcelona) y Francisco Ciruela (Universitat de Barcelona) para poner a prueba aplicaciones médicas concretas que puedan atraer inversores”, explica Pau Gorostiza.
El proyecto Theralight se puso en marcha a finales del pasado mes de julio con una ayuda de 150.000 euros y, “durante un año, evaluaremos la posible toxicidad de los compuestos, su potencial terapéutico, sus venta- jas competitivas respecto a otros productos y si identificamos una aplicación prometedora, durante los últimos meses de este periodo la expondremos a inversores para financiar la fase de estudios clínicos, que es imprescindible para comercializar nuevos medicamentos”, detalla el investigador del IBEC.
“Trabajamos con moléculas que cambian de forma, la parte de la molécula que es el fármaco queda escondida dentro de otra parte que es móvil y cuando aplicamos luz, esta parte activa queda descubierta y el medicamento actúa”, explica Gorostiza. Con esta característica, gracias a la luz podemos controlar el lugar don- de el medicamento será activo, el tiempo que estará activo o un patrón de dosis. El concepto es que el medicamento está siempre dentro del cuerpo pero sólo se muestra activo cuando el médico o el paciente aplican la luz correspondiente. Aunque las principales aplicaciones que se plantean son en tejidos de fácil exposición a la luz, como la piel, mucosas o la retina, algunos tipos de cáncer o de tumores también podrían ser objetivos de esta nueva técnica. “Si puedes aplicar un medicamento que reconozca y mate células enfermas, pero sólo en la zona concreta que estamos iluminando, podemos definir mucho mejor el tratamiento; sería como combinar la especificidad farmacológica de la quimioterapia con la focalización de la radioterapia”, explica el profesor Pau Gorostiza.