Los años de crecimiento no solucionaron el problema
Un trabajo realizado por el profesor Carlos Ochando de la Universidad de Valencia – La distribución de la renta en España en el periodo de crecimiento económico: 1998-2005– demostró que en la larga fase de crecimiento económico española, la desigualdad se redujo, pero muy poco. Son parecidas conclusiones a las que llegaba el Informe Foessa del 2008 cuando subrayaba que “la información disponible parece revelar, un truncamiento del proceso continuado de reducción de las diferencias de renta entre los hogares españoles. Este cambio de tendencia no significa que la desigualdad haya aumentado en el tiempo, sino que ha dejado de reducirse. El crecimiento económico registrado desde mediados de los años noventa y la notable creación de empleo que le acompañó no han dado lugar, por tanto, a importantes reducciones de la desigualdad. Se quebraría así la tendencia a la reducción de la desigualdad, en vigor al menos desde los primeros años setenta hasta el comienzo de los noventa”.
Para explicar este fenómeno, el profesor Ochando aventura cuatro tipos de explicaciones:
1 Cambios habidos en el mercado de trabajo (creación de empleo, pero de muy baja productividad y bajos salarios; consecuente aumento de la desigualdad salarial; mantenimiento de la elevada temporalidad y precariedad, y empeoramiento progresivo de la distribución funcional de la renta). 2 Impacto de la inmigración sobre la distribución de la renta, conteniendo los salarios en los sectores económicos donde se han concentrado los flujos migratorios. 3 Cambios en la estructura demográfica y en la estructura familiar (proceso de envejecimiento de la población, creciente número de familias monoparentales, cambios en el modelo familiar de convivencia, cambios en el número de perceptores de ingresos dentro del hogar...). 4 Políticas redistributivas menos intensivas y con menores efectos redistributivos.