Vamos de susto en susto
Septiembre quiere ganarse a pulso la consideración de mes de las sorpresas debido a la proliferación de acontecimientos susceptibles de influir en los mercados. Ya, de entrada, el mes comienza con el bund por encima del 2% (lo que no sucedía desde tiempo remoto) y el T-Bond por encima del 3%, señales que parecen indicar que los inversores están considerando como muy factible el fin de la época de las facilidades, al menos las de la Reserva Federal en Estados Unidos.
La reunión que la Fed tendrá a finales de este mes y el resultado de las elecciones en Alemania forman una mezcla potencialmente explosiva, de la que puede salir cualquier cosa, sobre todo si se une al imprevisible desenlace de la crisis siria, el inquietante perfil alcista del precio del petróleo o los datos inciertos, aunque generalmente buenos, de la trayectoria de las economías occidentales, sobre las que llegan diagnósticos de intensidad variable, aunque generalmente positivos. No estarán lejos del foco los merca- dos emergentes, que parecen embarcados en una etapa de pérdidas cuya finalización no parece inmediata.
En suma, un mes de septiembre en el que los mercados pueden ofrecer todo tipo de sesgos, de tendencia difícil de prever y en el que los inversores van a medir mucho sus decisiones de riesgo. En los últimos días se han visto tendencias alcistas (compras importantes) en la renta fija más
El mes de septiembre acumula demasiadas incertidumbres como para que el inversor opte por la cautela
castigada, la periférica, y ventas de bonos alemanes. Podría mantenerse en el tiempo la tendencia hacia la corrección de los fuertes castigos que algunos segmentos de los bonos (los periféricos) y del mercado bursátil (los bancos, en especial los medianos) sufrieron desde la pasada primavera. La cautela, en suma, está siendo aconsejable de cara a las semanas que vienen.